Una semana después del estallido social que sacude a Chile, con estado de emergencia y toque de queda en 15 de las 16 regiones del país, y más de 20 mil soldados desplegados, el gobierno de Sebastián Piñera luce superado por el desarrollo de la crisis, errático en su capacidad de reacción y sin encontrar ningún atisbo de solución en lo inmediato, coinciden analistas.
- Si bien se redujeron significativamente saqueos e incendios que se dieron en las primeras jornadas, la movilización ciudadana constante e irreductible mantiene alterada la vida cotidiana del país.
La máxima expresión de ello ocurrió este viernes en Santiago, cuando un millón 200 mil personas (cifra oficial) se reunió para marchar pacífica y alegremente por la Alameda, la principal avenida de la capital, en una gesta épica multicultural, donde se expresó la diversidad de la sociedad chilena. En muchas otras ciudades, grandes y pequeñas, se repetían las escenas./ LA JORNADA