Hoy en día, uno de cada 10 infantes del país presenta este problema tradicionalmente asociado a mala nutrición. Pero ahora hay un nuevo factor, ligado a la vida moderna, que está contribuyendo a que México no tenga un índice menor: el número insuficiente de horas de sueño en los pequeños.
- Abuso de los aparatos electrónicos, familias que sólo pueden convivir en las últimas horas del día, ha derivado en niños medicados desde corta edad en un intento de que los menores duerman más y eviten que la baja talla sea permanente.
- Éste es un panorama relevante si se considera además que, al analizar los datos del Sector Salud (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 o Ensanut MC), nutriólogos y otros especialistas determinaron que el país registra aún una prevalencia de niños de talla baja “por arriba de lo deseable”. Este análisis, que las autoridades mexicanas presentan junto a los datos de la última encuesta, señala que el 10 por ciento está lejos de lo deseable y lejos también del 1.6 en Chile o del 5.7 en Costa Rica.
PEQUEÑOS Y PAPÁS.
Si su hijo es de aquellos a los que el uniforme y los zapatos les duran dos ciclos escolares o que en la formación ante la bandera está hasta adelante, hay que dejar de ver esta situación como una forma de ahorrar o una ventaja: el niño o niña puede estar teniendo problemas de crecimiento.
- Si papá o mamá son de baja estatura, quizá crean que su hijo o hija no será muy alto por genética o probablemente estarán esperando a que dé el estirón en la pubertad; sin embargo, entre más tiempo se deje pasar, menores serán las probabilidades para que ese niño o niña alcance su máxima estatura. Y la razón de la baja estatura puede deberse a algo poco esperado por los padres. Un factor, por ejemplo, es la actual tendencia al uso de dispositivos electrónicos por periodos prolongados, lo que está asociado a que no duerman adecuadamente. Hoy, dos por ciento de niños y niñas que no han alcanzado su pleno desarrollo físico deben ser medicados contra alteraciones del sueño, el cual, desde el nacimiento hasta la pubertad, es fundamental en este tema.
- En entrevista con Crónica, la doctora Ana Laura López Beltrán, endocrinóloga pediatra adscrita al Hospital de Pediatría del Centro Médico de Occidente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ratifica el dato: dos de cada 10 niños reportan problemas para poder conciliar el sueño, tienen modificaciones en el tiempo destinado al descanso.
- Hace 10 años, comenta, se atendían al mes de cinco a 10 niños por estatura pequeña y hoy en día vemos a esos cinco niños a la semana; ello, matiza, se debe también a una mayor consciencia de los papás sobre el adecuado crecimiento de sus niños.
- “En consulta observamos que la calidad del sueño de los niños cada vez es menor, en promedio ocho horas y son más frecuentes las pesadillas, no logran conciliar el sueño tan fácilmente y hay que darles medicamento para dormir desde edades tempranas, en una problemática que antes sólo era para los adultos”, indica; “ hay niños cuyos padres les llenan el día de actividades y no se pueden dormir temprano, o está el pequeño cuyo padre llega tarde a casa y el menor le espera despierto para tener algo de convivencia”.
La doctora Patricia Medina Bravo, endocrinóloga pediatra, adscrita al departamento especializado en el Hospital Infantil de México Federico Gómez, señala en plática por separado que el 25 por ciento de consultas tiene que ver con problemas de talla baja en los niños.
Coincide con su colega en que este tipo de problemas comienzan a detectarse cada vez más de manera oportuna, ya que al mes se atienden en promedio a 600 niños por esta situación, unos siete mil al año tan sólo en el Hospital Infantil, aunque piensa que todavía falta dar mayor difusión a esta condición en los infantes.
DUÉRMASE MI NIÑO.
La talla baja, subraya, no es un diagnóstico, sino una señal de alguna posible situación que esté presentando el menor y puede ser desde una variante en la hormona de crecimiento, herencia por tener padres muy bajitos o una maduración lenta, es decir, aquellos niños que se ven más chicos de lo normal porque su organismo madura de manera tardía respecto a sus pares.
Al respecto, puntualiza que 70 por ciento del crecimiento de una persona es por herencia genética; el otro 30 por ciento estará relacionado con factores como una adecuada alimentación o hábitos. Practicar ejercicio “se recomienda una hora diaria, al menos cinco días a la semana, así como una adecuada higiene del sueño, es decir, el número de horas recomendados para cada edad”.
- López Beltrán puntualiza por su parte que, en lugar de dormir entre 10 y 12 horas –que es lo recomendable– los niños duermen ocho horas, le roban de dos a cuatro horas al sueño, “y en algunos casos el problema es que los padres se van a dormir antes que los hijos”, les dejan libre acceso a internet, sin saber a qué hora se duermen sus hijos, con las consecuencias adicionales de bajo rendimiento escolar, poca concentración, déficit de atención e hiperactividad.
- “Con todas estas descargas visuales que están recibiendo a través de los aparatos electrónicos”, abunda, “el cerebro está en función continua y nunca tiene el reposo que necesitan las neuronas y además de dificultades en el sueño les cuesta trabajo mantenerse tranquilos en el salón de clases”.
- “Para hablar de un buen sueño éste debe ser nocturno, es decir, sin siesta e ir a dormir entre 8 y 9 de la noche. Dos horas antes de ir a la cama, el niño no debe tener contacto con aparatos electrónicos o televisores, para que el cerebro pueda entrar en este ciclo del sueño, porque a partir de las 11 de la noche se comienza a secretar la mayor cantidad de factores que promueven el desarrollo de las y los niños, como es la hormona del crecimiento”, complementa.
LOS TRATAMIENTOS: Antes de comenzar a medicar al menor por problemas de talla baja, hay que identificar qué provoca esa condición, “muchas veces basta con cambiar algunos hábitos alimenticios, quizá se trate de anemia, la cual habrá que atender de inmediato antes que suministrar medicamento para la hormona del crecimiento, o puede tratarse de una mala higiene del sueño, y en esos casos, sólo se requiera monitorear esos aspectos”, precisa la doctora Medina.
Hay factores muy específicos que pueden causar talla baja, como una deficiencia de hormonas de la tiroides, “el hipotiroidismo es una enfermedad que tiene una alta prevalencia en nuestra población y también puede traer consigo una estatura pequeña en los niños, en algunos casos, pudiera tratarse de una deficiencia en la hormona del crecimiento, o en el caso de niñas, incluso, el síndrome de Turner, trastorno genético, por la falta de un cromosoma que afecta el desarrollo de las niñas y, entre otros aspectos causa baja talla, así como condiciones orgánicas como alergias al gluten, intolerancia a la proteína de la leche de vaca, intolerancia a la lactosa, o bien puede tratarse de acidosis tubular renal que es una inmadurez del riñón que no absorbe los nutrimentos de manera correcta y puede condicionar estatura pequeña”./LA CRÓNICA-PUNTOporPUNTO