La población con bajos ingresos está en el centro de la política pública de la actual administración. La apuesta consiste en reforzar sus ingresos a través de programas de apoyo y medidas como el incremento al salario mínimo, pero, para este segmento de la población, también es importante que la economía del país crezca.
Para los pobres no bastan los apoyos
La meta de un crecimiento de 2% para el cierre de 2019 luce lejana. Tras revelarse que la economía avanzó 0% en el segundo trimestre del año, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que el dato no le preocupaba.
- “Sí nos importa el crecimiento, pero nos importa más el desarrollo. Lo que estamos haciendo es una mejor distribución […] Crecer puede ser que beneficie a un pequeño grupo, pero ahora se está creciendo y hay más y mejor distribución del ingreso abajo. La gente tiene más capacidad de compra; más poder adquisitivo la mayoría de los mexicanos. Por eso no me preocupa mucho el anuncio”.
- En el corto plazo, enfocar las estrategias del gobierno en el combate a la desigualdad puede compensar un bajo crecimiento económico, coincide Rodolfo de la Torre, director del Programa de Desarrollo Social con Equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. Pero, en el largo plazo, añade, una economía que no crece termina por impactar fuertemente a la población de menores ingresos.
- “En economía, existe una regla que dice que un aumento de 1% en el ingreso per cápita ayuda a reducir en 1% el índice de pobreza; sin embargo, cuando la población crece y el crecimiento [económico] es cero, se da una reducción del PIB per cápita y, por tanto, un aumento en la pobreza”, indica.
Contra la desigualdad
- En una investigación conjunta con Luis Monroy-Gómez-Franco, Campos explica que los gobiernos típicamente diseñan políticas públicas focalizadas contra la pobreza. Pero esas políticas son complementarias, no sustitutas, del desempeño económico regional.
- Dicho de otra forma: si la demanda de trabajo no crece, no puede haber mayor número de empleos o mejores salarios y, por tanto, no hay forma en que las personas en pobreza puedan salir de esa condición permanentemente.
- Por otro lado, el crecimiento económico puede estar relacionado con un beneficio mayor para el capital que para el trabajo.
- Esto implica que, dependiendo de qué sectores de la economía sean los que más crezcan, el tipo de empleos que se generen y las condiciones iniciales de la economía, será la capacidad del crecimiento para reducir la pobreza.
- “No podemos afirmar que exista un ‘efecto derrame’ del crecimiento; puede haber episodios de crecimiento que no beneficien a los más pobres”, señala Campos.
- Para De la Torre, un ejemplo de política para combatir la desigualdad es el aumento en el salario mínimo, que representó una mejora en el ingreso de las personas con sueldos más bajos.
- “Esta medida es efectiva en materia de redistribución; sin embargo, en un ambiente de bajo crecimiento quedan fuera de este efecto los más pobres, cuyos trabajos están en la informalidad y ven precarizada su actividad ante un menor consumo”.
- El investigador explica que el segmento que se encuentra fuera de la economía formal en ocasiones se ve beneficiado por apoyos públicos, incluso transferencias monetarias; sin embargo, el crecimiento económico cobra mayor relevancia cuando se habla de apoyos que requieren presupuesto.
- “El crecimiento es importante para los programas sociales, pues, si la economía continúa desacelerándose, se impactará la recaudación y, con ello, los recursos disponibles para los programas y proyectos de inversión [y] como efecto de corto plazo puede verse una expansión más lenta del número de beneficiarios de los programas sociales. Hoy no hay evidencia todavía de una mejor distribución del ingreso”, advierte.
Los derechos económicos
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, señaló que con 50 millones de pobres en el país (10 millones de ellos en pobreza extrema) es difícil imaginar que los habitantes puedan ejercer plenamente sus derechos humanos fundamentales, tanto sociales como ambientales y culturales.
- Durante el foro “Una aproximación a los derechos económicos”, Graue recordó que en Latinoamérica hay cerca de 180 millones de personas en pobreza, mientras que a nivel global cerca de 800 millones ganan menos de dos dólares al día.
- “Es complicado aspirar al fiel cumplimiento de los derechos humanos, tanto los fundamentales como los sociales, mientras exista este tamaño de inequidad”, sentenció.
El rector de la UNAM celebró el esfuerzo de los institutos de Investigaciones Jurídicas (IIJ) y de Investigaciones Filosóficas, que con el apoyo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) elaboraron el documento “Derechos económicos: una aproximación conceptual”, que aborda los fundamentos de los derechos económicos y la necesidad de que vivir sin carencias económicas sea un derecho humano adicional.
- Por su parte, Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), indicó que el objetivo es colocar a los derechos económicos en las agendas pública y académica, es decir, mostrar cuáles son, cómo protegerlos y como incentivar su progresión.
- Desde el auditorio Héctor Fix-Zamudio, el ombudsman nacional insistió en que el trabajo resalta la dimensión económica detrás de los derechos en general, por lo que el ejercicio presupuestal –subrayó– es un aspecto fundamental a considerar.
- “A partir de esto observamos que ninguna reducción o ajuste al presupuesto puede estar por encima de la protección de los derechos humanos o comprometer la dignidad humana. Esta realización de los derechos debe ser el eje del presupuesto público”, recalcó.
El director del IIJ, Pedro Salazar Ugarte, destacó que los derechos económicos y sociales son una prioridad en la UNAM desde hace tiempo; por ello, tienen una línea de investigación específica sobre el derecho y la economía, e investigaciones alineadas a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
El género, inclusión y diversidad, la violencia y la construcción de una cultura de paz, así como los derechos sociales, la migración, corrupción e impunidad, detalló, son algunos de los temas que el IIJ trabaja con el objetivo de buscar las condiciones que generen la autonomía y la emancipación de las personas.
- “Lo hacemos con una perspectiva de rigor metodológico, imparcialidad política y vocación de compromiso social, que son los ejes articuladores de la actividad intelectual de la Universidad y de este Instituto”, remarcó.
- Antes de iniciar el foro se presentó un video en el que Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, expresó que el conocimiento de los derechos económicos es uno de los pilares para alcanzar un nuevo estilo de desarrollo con la sostenibilidad y la igualdad en el centro.
- “El enfoque de derechos es una herramienta insustituible para construir mejores políticas, erradicar la pobreza y disminuir las desigualdades”, manifestó./FORBES-PROCESO-PUNTOporPUNTO