La transformación que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología ha pretendido encabezar durante el presente año es un proyecto en solitario, pues la institución dejó fuera las opiniones de la comunidad científica a la que representa, la cual se encuentra preocupada por la falta de comunicación y de presupuesto
- En apariencia amurallado, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se ha mantenido hermético y renuente, desde principios de 2019, para abordar a profundidad y corregir de forma abierta las diversas inquietudes de los integrantes de la comunidad científica a nivel nacional
- Preocupaciones que junto con una serie de momentos desafortunados, tales como la contratación de funcionarios poco capacitados para puestos directivos, el recorte de sectores prioritarios –como becas, la Agencia Conacyt o el programa Cátedras– y los altos costos de su comedor institucional, han transformado la relación del Consejo con los integrantes de su sector.
- La arbitraria destitución del Dr. Antonio Lazcano del Conacyt, quien fue electo por 743 investigadores del país, ha generado muchas fricciones entre el Consejo y la comunidad que dice representar
- Derivadas del discurso oficial del régimen de la Cuarta Transformación (4T), el Conacyt emprendió desde diciembre de 2018 una campaña de reformas internas, en donde la corrupción, la opacidad y las prioridades en el campo científico de nuestro país cambiarían de forma definitiva, abriéndole paso a una nueva era de la investigación en México.
- Sin embargo, en aras de instalar la visión del llamado “Nuevo Conacyt” junto con toda su agenda de proyectos, María Elena Álvarez-Buylla –titular de la dependencia federal– instauró un discurso de descalificación hacia el pasado de la institución, señalándolo en innumerables oportunidades como altamente nocivo y subyugado a intereses particulares, a la par de blindar al Consejo ante cualquier clase de crítica, incluso las provenientes de la propia comunidad científica del país.
- Ahora, a casi un año de arrancar el experimento, este método de administración de la ciencia en nuestro país está arrojando sus primeros resultados, mismos que se reflejan a través de una comunidad de académicos e investigadores no sólo preocupados e indignados, sino cada día más organizados.
Mismos que ahora exigen tanto al Consejo como a su titular, no sólo un alto a las acusaciones de corrupción, sino acciones legales que las pongan en evidencia y una transformación en la comunicación del organismo.
- “La primera vez que tuvimos la oportunidad de platicar con la titular nos quedamos muy emocionados por todos los planes que venían. Sin embargo, hemos estado viendo una y otra vez los constantes errores, fallas o falta de experiencia en el Consejo”, comenta Ricardo García Escalante, diputado federal y secretario de la comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación en el Congreso de la Unión.
- A consideración del funcionario veracruzano, la renuencia del Conacyt y de la Dra. María Elena han tomado por sorpresa a todos los sectores y señala que, “sin lugar a dudas, es lamentable la actitud de la directora”. Esto en relación al diálogo mostrado con los integrantes de la propia comunidad, pero también con los representantes del legislativo.
- En entrevista para Reporte Índigo, García Escalante detalla que a pesar de que existieron puentes de comunicación con la titular del Conacyt desde antes de que tomara protesta el 4 de diciembre del 2018, esos mismos se desintegraron casi un año después, pues el 24 de septiembre pasado, Álvarez-Buylla canceló su asistencia a una reunión con la comisión en el Congreso de la Unión.
- “Eso no es algo de extrañarse porque vemos cómo se conduce con sus demás compañeros científicos. Es muy lamentable la actitud que está tomando y muy contraria a lo que vemos aquí en el Congreso y en particular en la comisión, en donde hay una gran unidad de todos los partidos por sacar los temas de ciencia, tecnología e innovación adelante”, comenta.
POLÉMICA DESTITUCIÓN
El 21 de septiembre, el Conacyt hizo pública la destitución del reconocido Dr. Antonio Lazcano, miembro honorario de la Comisión Dictaminadora del área de Biología y Química del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), bajo el argumento de que no se permitirían “prácticas opacas” de administraciones anteriores.
El despido generó una ola de indignación, así como una solicitud de explicación y disculpa pública suscrita por más de 60 exintegrantes del SNI.
- “En primer término la destitución fue a través de un correo sin firma, imagínate de qué estamos hablando. Le avisan que ya se va a través de este medio, pero es importante señalar que el Dr. llegó ahí por méritos propios. No impuesto por nadie”, comenta el diputado federal.
- Desde su perspectiva, la destitución de forma arbitraria del científico –del cual dijo, fue electo por 743 investigadores del país– le pone mucha presión a la relación del Nuevo Conacyt con la comunidad que dice representar.
- No vemos otra explicación (para la remoción de Antonio Lazcano) más que las críticas lanzadas hacia las acciones del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y pues no se vale que lo destituyan de esta encomienda, que insisto, no se la dio nadie en particular, sino sus propios compañeros que votaron por él, – Ricardo García Escalante, Diputado federal y secretario de la comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación
- Por su parte Carlos Alberto Vaquera Araujo, catedrático del Conacyt asignado a la división de ciencia y tecnología de la Universidad de Guanajuato, coincidió en que esta decisión elevó la tensión entre el organismo y los investigadores de México.
“Nos indigna la forma en la que se le ha tratado de forma oficial por parte del Conacyt. En particular en el último comunicado que nos hicieron llegar informándonos su remoción”, menciona./REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO