En la comunidad de Tacoaleche, Zacatecas, hay más casas vacías que gente para habitarlas. Las ocho familias que viven ahí relatan cómo su poblado se vació poco a poco, pues las personas prefieren migrar a Estados Unidos que vivir en la pobreza.
- Las calles empolvadas, los negocios cerrados y una vieja escuela reflejan el olvido en el que quedó esta tierra zacatecana.
- Lo más novedoso es un centro deportivo construido recientemente por las autoridades estatales; sin embargo, permanece vacío, porque sólo hay un puñado de niños para utilizarlo.
En Tacoaleche la vida se va más lento, porque no hay mucho que hacer: por la mañana, autobuses de fábricas que están alrededor recogen a los hombres y los llevan a trabajar, mientras que las mujeres se quedan en casa para cuidar a sus hijos, lavar, planchar, cocinar y realizar otras labores domésticas.
El único contacto que María Luisa puede tener con su hijo desde ese entonces es por vía telefónica cada 15 días; además, le envía 3 mil pesos al mes para que pueda sobrevivir./ EL UNIVERSAL