Este día se cumplen 18 años de los atentados a Estados Unidos que perpetraría el grupo extremista Al Qaeda, movimiento de resistencia islamita fundado por el desaparecido Osama bin Laden. La mañana del once de septiembre de dos mil uno 19 terroristas suicidas secuestraron aviones comerciales que serían impactados contra objetivos públicos y privados, causando la muerte de al menos tres mil personas. Con este dramático acontecimiento inició la guerra contra el terrorismo o denominada también guerra contra el terror.
El gobierno del entonces presidente George Walker Bush declaró una ofensiva internacional con respaldo de la OTAN, contra grupos terroristas y gobiernos que presuntamente los financiaban a los que se llamó el “Eje del Mal”. Así, el siete de octubre de ese mismo año comienza la Guerra en Afganistán; a esta le siguió la guerra de Irak en 2003 con la que se la derrotó y dio muerte a Sadam Husein, ésta concluiría en diciembre de 2011 con el retiro de tropas estadounidenses. Vendrían después la guerra contra el Estado Islámico, las operaciones militares en Yemen y la “Guerra de los Drones” de Barack Obama.
En mayo de 2011 Obama informó, en un escueto mensaje, la muerte de Osama bin Laden, quien habría sido abatido en un supuesto operativo secreto y sus restos arrojados al Océano Índico, versión que nunca contó con evidencia que la confirmara.
Habían pasado apenas nueve meses y once días del iniciado Siglo XXI cuando se hizo pública la declaración de una nueva conflagración de alcance internacional, se recurrió al fuego para extinguir el fuego, al terror para combatir el terror. Las incursiones militares para combatir el terrorismo en oriente medio, en general, han sido erráticas, destructivas e ineficientes, dado que el “enemigo” que combaten es poco convencional en términos táctica militar, por ello los daños colaterales han sido cuantiosos.
De acuerdo con cifras del Departamento de Defensa norteamericano, el gasto militar invertido en la Guerra de Afganistán de 2001 a marzo de 2019, alcanza la cifra de 760,000 millones de dólares. De acuerdo con cálculos gubernamentales tan solo en Afganistán habrían muerto unos 2300 soldados estadounidenses y alrededor de uno 20 mil heridos; Naciones Unidas calcula unos 32 mil civiles muertos y 60 mil heridos a partir de 2009.
Hace apenas unos días Donald Trump anunció inesperadamente el cese de las conversaciones con el Talibán en Afganistán, cuando se preveía un posible acuerdo; en contestación, el vocero Talibán expresó: «Estados Unidos va a sufrir más que nadie». Al parecer no prendemos de la historia.