México está despertando, les guste o no

Qué difícil tarea la de los sociólogos cuando traten de estudiar, catalogar y explicar el momento que vive México, porque estamos ante lo que puede ser uno de los movimientos sociales más importantes desde hace décadas, con todo lo que ello conlleva.
Si una cosa debemos agradecer a los criminales es este sentimiento de unión, porque la indignación ya no solo es por los normalistas de Ayotzinapa, sino también por la delincuencia e inseguridad generalizada que ha provocado que los mexicanos se hermanen en pos de un mejor bienestar.
Lo que los gobiernos, políticos y líderes no pudieron durante décadas, lo hizo ahora la delincuencia organizada: motivar a los ciudadanos a ser cómplices, pero ahora en contra de un Estado que no garantiza la seguridad ni el bien social.
Algunos dirán que estamos al borde de una revolución y otros pensarán que todo lo que ha pasado en las últimas semanas es pasajero, pero lo cierto es que hoy más que nunca los ciudadanos tenemos la oportunidad de intervenir en la forma en la que los políticos nos gobiernan.
Las manifestaciones diarias en muchas calles del país nos indican que ya no solo los afectados o las ONGs de siempre son quienes piden justicia, también nos dejan claro que las peticiones ya no solo se basan en la presentación con vida de los normalistas desaparecidos.
México está despertando, quiéranlo o no, y les guste o no.
Preocúpense todos esos policías municipales que a diario salen a robar y extorsionar a quienes deben proteger para cumplir la cuota del comandante.
Preocúpense aquellos presidentes municipales que han hecho de sus demarcaciones unos verdaderos feudos donde impera su ley.
Preocúpense esos policías judiciales de todo el país que comandan bandas de secuestradores y que han hecho de la extorsión su forma de vida.
Preocúpense todos esos delincuentes callejeros que creen que toda la vida seremos sumisos y que piensan que aún les tenemos miedo.
Preocúpense ustedes, los narcotraficantes, porque pronto les será difícil envenenar a una sociedad informada que está cansada de ver cómo sus jóvenes, y no tan jóvenes, sucumben ante las drogas.
Preocúpense ustedes en el gabinete federal, porque no es con deslindes como se gobierna un país; la seguridad a final de cuentas es su obligación, y han fallado.
Preocúpense políticos y partidos de todo tipo, porque será necesario que reconfiguren sus plataformas de campaña para incluir a una sociedad que será más exigente y no tolerará sus burocracias burdas y toscas.
Preocúpense medios de comunicación porque irremediablemente deberán tomar partido, y aquí no hay de otra, o estás con la sociedad unida, con esos ciudadanos reales que han salido a las calles a pedir respeto, o simplemente estás contra ellos.
Los ciudadanos ahora nos ocuparemos de denunciar las injusticias y la podredumbre que nos rodea; con eso buscaremos echar a la calle al político y al policía corrupto, obligaremos al político a trabajar, e intentaremos romper el cerco en el que nos tienen los delincuentes.
Ya vimos que sí se puede y ningún anarquista al servicio del Estado nos infundirá miedo. Es ahora o nunca. Debemos actuar, porque no podemos permitir que el país siga secuestrado por una pandilla de ladrones y asesinos.
PARA EL REGISTRO Una decisión histórica: un juzgado federal dictó formal prisión contra siete integrantes del Ejército Mexicano que están implicados en el virtual fusilamiento de 22 presuntos delincuentes en el municipio de Tlatlaya, Estado de México. Los militares, antes intocables, ya duermen tras las rejas *** Un saludo a los bonoarenses que desde hoy se informarán a través de nuestros escritos. Gracias y buen inicio de semana.
 
 

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