Tres días después de que policías federales trataron de ingresar a las instalaciones de la Casa del Migrante de Saltillo para revisar el estado migratorio de extranjeros refugiados de forma temporal, soldados del Ejército Mexicano y policías municipales se instalaron en el acceso del albergue para pedir documentación a quienes entraban y salían.
Al filo del mediodía de ayer, dos camionetas de la Policía Militar con varios elementos, acompañados de unidades y agentes municipales, se estacionaron en el exterior de la Casa del Migrante Frontera con Justicia y pidieron identificaciones a extranjeros, la mayoría de origen centroamericano, que entraban y salían del inmueble.
De acuerdo con Alberto Xicoténcatl Carrasco, director del albergue, la acción militar y policial ocurrió cuando dentro del inmueble se encontraba personal de la Dirección de Delitos de Alto impacto y Cometidos en Agravio de Migrantes, de la Fiscalía General del estado, y representantes de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur). “Fueron testigos de todo”, aseguró./ LA JORNADA