Emilio Lozoya Austin, la carta por la que apostó la administración de Enrique Peña Nieto para dirigir a Pemex en el contexto de la reforma energética de 2013, dirigió a la compañía no sólo en uno de sus momentos más complicados, sino que dejó algunos escándalos bajo la alfombra de la compañía.
- El ex directivo de Pemex enfrenta acusaciones por recibir pagos por parte de la acerera regiomontana AHMSA, justo después de que la compañía estatal compró una planta para la producción de urea, que llevaba 14 años sin usarse.
- Pero las acciones polémicas del ex funcionario público se acumularon entre 2013 a 2016 cuando dirigió a la empresa más grande del país.
La compra chatarra
El complejo petroquímico Agro Nitrogenados de AHMSA, que adquirió Pemex por 275 millones de dólares (mdd) en 2014, ha estado cuestionada tanto por consejeros de Pemex como por las subsecuentes administraciones de la compañía, generando costos extras para su mantenimiento.
Odebrecht y la refinería de Tula
El contrato otorgado por Pemex a la firma brasileña Odebrecht para realizar trabajos en la refinería de Tula, Hidalgo, pudo generar daños o sobrecostos por cerca de 953 millones de pesos (mdp), según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
- “Son trabajos con características similares y que fueron ejecutados por una empresa mexicana adjudicada mediante licitación pública internacional y aprobado por la Gerencia de Proyectos 2 de Pemex Refinación en el mismo año, mismo que ofreció precios más convenientes para el estado en partidas similares, con lo que se comprobó que la propuesta de la contratista extranjera no fue la más conveniente para el Estado”, apunta la ASF en su auditoría 16-6-90T9M-04-0479, publicada en 2017, sobre el ejercicio 2016.
- Lozoya ya había enfrentado anuncios de ajustes al gasto durante el final de su gestión, sin embargo, el propio Consejo de Administración de Pemex evidenció que no se realizaron de acuerdo a la planeación.
- “Los esfuerzos realizados por la Administración de Petróleos Mexicanos no fueron suficientes para cumplir los compromisos de gasto y producción aprobados en 2015 por el Consejo de Administración”, expuso el Consejo en su evaluación final sobre los resultados de Pemex en 2015.
La petrolera debía llevar a cabo un recorte de 62,000 mdp tras los ajustes presupuestarios del Gobierno federal a inicios de 2015. Pero una serie de gastos no programados por 25,000 mdp – como el pago de 4,600 mdp para terminar con un litigio de 15 años con la firma Concopra – dieron al traste con los ahorros prometidos.
Un récord histórico
La compañía había declarado pérdidas netas por 521,600 mdp al cierre de ese año, la más grande de la que se tenía registro en su historia. Pero el récord duró poco, pues una vez que se hizo el dictamen final de las cuentas para 2015, la pérdida neta se disparó a los 712,500 mdp, impulsada por los gastos extras en los que incurrió la empresa en el último año de administración de Lozoya Austin.
- La deuda de Pemex también se elevó a 3.1 billones de pesos, además de poner en jaque a la cadena de prestadores de servicios petroleros, que vieron cortados los pagos por parte de la petrolera nacional. Esto puso en serios aprietos financieros a las empresas, incluso algunas estuvieron al borde de la quiebra.
Sin participación en las rondas
Aunque el principal papel de Lozoya era dirigir a Pemex a través de los cambios constitucionales y legales en materia energética, la petrolera nacional se quedó sin participar en la primera Ronda que lanzó el gobierno para privados, que se llevó a cabo en diciembre de 2015.
- La compañía tampoco pudo sacar lo que se llegó a conocer como la Ronda 0.5 , una serie de migraciones y asociaciones con privados que iban a ser el preámbulo de las licitaciones, pero que finales de 2016 comenzaron a ver la luz.
- Fue hasta después de su salida que la petrolera impulsó su estrategia para convertirse, ahora, en la firma que más bloques ganó durante las rondas petroleras.
De altos vuelos
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó señalamientos sobre las costumbres de vuelo del ex directivo. Lozoya y sus acompañantes realizaron 912 travesías en un helicóptero Eurocopter y en un avión Cessna Sovereign, adquiridos por Pemex, para tareas de patrullaje y la movilidad estratégica de funcionarios.
De estos vuelos, 588 fueron a instalaciones de Pemex y 324 fueron a lugares como destinos turísticos, hospitales, oficinas federales e incluso un medio de comunicación. Sobre este segundo conjunto, la ASF advierte que no existe documentación que justifique que el entonces director tuviera que viajar por aire a tales sitios./EXPANSION-PUNTOporPUNTO