El Gobierno de la CDMX buscará medir el grado de corrupción en las dependencias y en trámites oficiales, así como entre los capitalinos que realizan estos, para generar políticas públicas orientadas a su disminución.
La Agencia Digital y de Innovación Pública (ADIP), en coordinación con el Colegio de México (Colmex), Transparencia Mexicana, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y Poverty Action Lab (J-PAL), presentaron ayer el Laboratorio Anticorrupción de la Ciudad.
Estas organizaciones medirán el tamaño de cada situación planteada donde haya tendencias de corrupción, intervendrán con métodos científicos, estudiarán el efecto y escalarán, según los resultados, a políticas públicas.
«Cualquier autoridad que implique tener un trato amplio, extensivo y poco monitoreado con la población es un espacio en el que se generan espacios de oportunidad para actos de corrupción», explicó el titular de la ADIP, José Merino./REFORMA