El Gobernador de Colima, Ignacio Peralta, puso fin a la pasividad de Gobernadores y encaró los abucheos que han sido costumbre en los eventos presidenciales.
- Durante la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Manzanilllo, el Mandatario priista fue abucheado cuando iniciaba su discurso en una circunstancia repetida en todos los eventos presidenciales en plazas públicas.
- «Podemos dejar que se desahogue esta parte de lo que parece ser un protocolo en todas las entidades federativas, para que, después, en esas buenas prácticas parlamentarias, ya me permitan a mí hacer el uso de la voz», dijo Peralta cuando llevaba unos minutos de discurso y la gritería no le permitía continuar.
- Calló durante dos minutos mientras el Presidente López Obrador miraba, también en silencio, la protesta en la plaza. López Obrador apenas levantó unos segundos los brazos para tratar de acallar la gritería pero después permaneció sentado y pasivo.
El desplante de Peralta ante la muchedumbre y el propio Presidente apaciguó los gritos. Segundos después el Gobernador fue interrumpido nuevamente.
«¿Le van a seguir o ya terminaron?», cuestionó. Los gritos menguaron.
«¡Quiere llorar, quiere llorar!», arengaban sus críticos, mientras el Presidente López Obrador observaba desde su lugar en el presidium y conversaba con la senadora de Morena, Gricelda Valencia.
- En su mensaje, el mandatario colimense advirtió al Jefe del Ejecutivo que no actuará como uno de sus incondicionales.
- «Desahogado el punto en la orden del día del abucheo, sigo entonces con mi mensaje: Señor Presidente, en esta pluralidad, no podemos ofrecer incondicionalidad, no sería digno», señaló.
- «Ninguna postura posee el patrimonio de la verdad y todo debe ser discutible y más cuando se trata del pueblo».
- Los abucheos regresaron cuando el Gobernador sostuvo que trabaja duro y de forma responsable por el bienestar de la entidad. «¡Fuera, fuera, fuera!», le gritaban.
- «Se suponía que el abucheo ya había pasado ¿No se ha agotado el abucheo? ¿Cuánto tiempo más?», criticó el Gobernador, mientras miraba su reloj.
Ofrece ‘comunicación’, pero…
Aunque el Presidente condenó los abucheos a Gobernadores y ofreció «comunicación», el protocolo de rechiflas siguió./REFORMA-PUNTOporPUNTO