El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la calificadora Standard and Poor’s (S&P) –la cual elevó el lunes los riesgos para empresas mexicanas– castiga al país por la política neoliberal aplicada durante las tres décadas recientes, en especial el año pasado, cuando su gobierno todavía no comenzaba, de ahí que nos toca pagar los platos rotos.
- En conferencia de prensa, el mandatario reprochó a las calificadoras –de manera fraterna, respetuosa– por haber callado durante el tiempo que imperó la corrupción en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
- Calificaban con 10, con excelencia. En ese tiempo todo era, como se calificaba en la universidad, (sólo) MB, expresó.
- Confió en la recuperación y resurgimiento de las empresas públicas, porque su situación no es complicada o grave, siempre y cuando continúe su administración a partir del manejo eficiente y honesto, con el eje de combate a la corrupción.
- Los hechos, dijo, van a ir hablando y cuando se rescate a las empresas públicas “se van a aclarar las cosas, estoy optimista en ese sentido, es decir, lo vamos a lograr.
Respetamos sus decisiones (de S&P) y les podemos decir con absoluta seguridad que vamos a rescatar a Pemex y a la CFE. Basamos nuestro optimismo en un elemento, como dicen los tecnócratas, en una variable importantísima que no se tomaba en cuenta y sigue sin tomarse en cuenta: no va a haber corrupción.
Subrayó que la estrategia económica aplicada en los pasados 36 años fue un rotundo fracaso, en particular en 2018, cuando no teníamos nosotros nada que ver con el gobierno; pero nos toca pagar los platos rotos.
- Que esto también quede claro, agregó, fue una política ineficiente caracterizada por el saqueo y la corrupción.
- Al responder otras preguntas acerca del sector energético, el Presidente rechazó que existan pugnas entre los titulares de Pemex, Octavio Romero, y la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle, o que se aliste un cambio. Al contrario, aseguró, hay muy buena armonía.
- Descartó entonces algún relevo para colocar –según algunas versiones– en la Sener a Lázaro Cárdenas Batel, su actual coordinador de asesores.
Los dos funcionarios (Romero y Nahle), señaló, son de primera, muy profesionales, honestos, les tengo toda mi confianza y se llevan muy bien.
Es así, añadió, que Rocío está a punto de trasladarse a Villahermosa, Tabasco, para avanzar en la operación de las refinerías programadas, mientras Romero ha recibido la indicación de ocuparse más en la producción petrolera. En conjunto con el director de la CFE, Manuel Bartlett, atienden los saldos negativos de la reforma energética.
Ese es el resultado, no son inventos. No es un asunto ideológico ni político, sino un juicio práctico. Fue un fracaso la política neoliberal, reiteró.
Es de tercos, señaló el mandatario, que alguien formado en la escuela del neoliberalismo, en los últimos 36 años, siga insistiendo en esa política económica de rotundo fracaso.
- A escala general, defendió el trabajo de los integrantes del gabinete: Todos me están apoyando. No tengo queja. Nadie se está quedando atrás, indicó.
- López Obrador presentará un informe por los primeros 100 días de su administración (se cumplen el 10 de marzo). Vamos bien, insistió.
- Mencionó de manera especial el trabajo de los integrantes del gabinete de seguridad y del sector hacendario, así como de los resultados positivos en las secretarías de Relaciones Exteriores, Bienestar y Medio Ambiente. Es muy buen equipo. Hay armonía.
- En el caso de la seguridad, precisó, se ha revelado que la mayor parte de los homicidios se cometen de las 6 de la mañana a las 12 del día.
- En lo que toca a los funcionarios de Hacienda, indicó el jefe del Ejecutivo federal, son muy profesionales, me ayudan mucho, tienen autonomía para decidir sobre la política financiera y hacendaria; son respetuosos de las decisiones que toma el Banco de México. /LA JORNADA-PUNTOporPUNTO