A 25 años de que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari lo privilegiara con la privatización de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego fue anfitrión de Andrés Manuel López Obrador.
• El 22 de noviembre, una semana antes de su toma de posesión, el entonces presidente electo acudió al encuentro de celebración organizado por Grupo Salinas, a un cuarto de siglo de haber adquirido la antigua Imevisión y las redes nacionales 7 y 13 que organizadas en Televisión Azteca catapultarían a Salinas Pliego hasta las más altas posiciones entre los millonarios de México y del mundo.
• “No hemos coincidido en todo, pero yo tengo que agradecer y reconocer que nunca he padecido una campaña sucia o de guerra sucia por parte de este medio”, dijo López Obrador ese día.
• Para entonces Salinas Pliego había dejado de formar parte de lo que durante años el tabasqueño llamó “la mafia del poder”; es decir el grupo de potentados influyentes, “minoría rapaz” beneficiada por el régimen neoliberal cuya televisora, TV Azteca, se convertía ya en “importante y fundamental para la vida pública del país”.
• Identificado siempre por su empresa madre, la menudista mueblera Elektra, así como por las televisoras y el Banco Azteca –que como la mayoría de sus negocios está enfocada a los sectores más pobres de la población–, Salinas Pliego se ha diversificado en diferentes negocios, siempre al amparo del poder con concesiones o tercerías.
Ofrece servicios de telecomunicaciones con el sistema Total Play; construye casas de interés social para la burocracia derechohabiente del Fovissste; tiene minas a través de su Grupo Invecture y otras razones sociales…/PROCESO-PUNTOporPUNTO