Lejos de generar un impacto positivo en el Triángulo Rojo del huachicol, la política del Gobierno federal contra la ordeña de ductos de combustibles impulsó la diversificación de las actividades criminales.
- Después de dos meses y medio, en los Municipios de Acatzingo, Amozoc, Acajete, Quecholac, Cañada Morelos, Esperanza, Los Reyes de Juárez, Huixcolotla, Palmar de Bravo, Tepeaca, Tecamachalco, Tochtepec, mantienen operaciones bandas huachicoleras.
- Arturo de Rosas, diputado local de Morena por el distrito de Tecamachalco, que incluye a por lo menos cinco demarcaciones municipales del Triángulo Rojo, sostiene que sí hay reducción en tomas clandestinas para comercializar gasolina robada.
- Sin embargo, admite que la medida gubernamental trajo como consecuencia otro efecto nocivo en la región.
- La sustracción de combustible cayó en 80 por ciento, ejemplifica, a partir de la implementación de la política del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero se dispararon actividades delincuenciales como el robo a transporte en carretera, secuestro y robo a trenes.
- Incluso, dice, ahora no roban gasolina sino gas LP, que es el nuevo gran negocio de los huachicoleros.
- «Efectivamente sí, se mudaron a ese tipo de realidad, el robo de gas que está en su apogeo; todas las acciones que emprende nuestro Presidente han ayudado mucho; sin embargo, en toda esa zona se siguen observando casos de robo de gas», comenta.
- «Desgraciadamente, las mafias emigran a otros delitos, se les acabó el huachicol, pero se fueron al robo de transporte, de trenes, de transporte de carga, está imparable ese delito», expresa.
De Rosas afirma que las acciones contra huachicol mantienen ese delito bajo control, pero la inseguridad y la violencia persisten en el Triángulo Rojo por que las bandas no emigraron.
- «Es una especie de efecto cucaracha, porque se fueron a otros delitos», asegura el legislador.
En Tepeaca, uno de los municipios más grandes de la región huachicolera, así como en Tecamachalco y Huixcolotla, que concentran actividades comercial, para la gente todo sigue igual.
REFORMA visitó a comerciantes y vecinos de diferentes barrios de esas localidades y en la mayoría de los casos acusaron que los grupos delincuenciales ahora pelean por controlar «nuevos delitos».
- Propietarios de establecimientos afirman que en giros como bares, restaurantes, supermercados e incluso tiendas de conveniencia hay quienes padecen cobros por derecho de piso.
- Además, aseguran, tiendas de abarrotes comienzan a enfrentar dificultades de abasto porque proveedores se resisten a viajar a esos puntos por miedo a que les roben las unidades.
- «Se puede decir que sí disminuyó lo del huachicol porque ahora ya no se sabe de gente que ande vendiendo la gasolina al pie de carretera, pero ahora cometen nuevos delitos», manifiesta Ernesto, dueño de una ferretera.
- «A algunos nos han venido a cobrar derecho de piso, o han querido robar los camiones de los proveedores», explica.
- «Además, ya no es seguro andar en la calle en la noche porque cada vez se sabe de más balaceras, de secuestros, está muy feo».
Habitantes de Tepeaca y Huixcolotla sienten que sus Municipios no fueron beneficiados por la estrategia antihuachicol de López Obrador, sino por el contrario, dicen, se agudizó la violencia.
Afirman que hay grupos que buscan controlar la zona en materia de robo a transporte y secuestro, lo que desató enfrentamientos entre criminales, adicional a los choques que se registran entre maleantes y elementos policiacos.
En tanto, en Quecholac, pasaron del robo de gasolina al robo de transporte en carretera.
- Pobladores aseguran que debido a la falta de producto que circule por los ductos de Pemex, los huachicoleros optaron por establecer falsos retenes en vialidades como la Autopista Puebla-Orizaba así como en la Carretera Estatal Quecholac-Palmar de Bravo.
- «En la madrugada ya es muy difícil ver transporte de carga, porque ya saben que en esta zona ponen retenes falso, o ponen piedras en la autopista para forzar a que se detengan y les roban el camión completo», relata Rafael, vecino de Palmarito Tochapan.
- «Están regresando a lo de antes, porque antes de los huachicoleros las familias Aquino y Fuentes se peleaban por controlar la zona, no todos, pero sí muchos dedicados a secuestro y robo de camiones. Pues están regresando a eso», manifiesta.
- En Municipios como Acatzingo y Amozoc, autoridades municipales que pidieron reservar sus nombres afirman que la práctica común actual es el robo de gas LP, que se amplió a la ciudad de Puebla, en donde hay cada vez más actividad de los «nuevos huachicoleros».
- En lo que va de 2019, suman más de 25 los asesinatos por enfrentamientos, ejecuciones o ajustes de cuentas, todos relacionados con delincuencia organizada, que antes operaba en el robo de gasolina./REFORMA-PUNTOporPUNTO