Estados Unidos está consumido por la crisis del muro en la frontera con México y el cierre parcial del Gobierno, que se convierte hoy en el más largo de la historia desde que hay registros. Mientras el pulso entre los demócratas, que se oponen a su financiación, y el presidente Donald Trump continúa, unos 800 mil funcionarios han dejado ya de cobrar su correspondiente nómina, lo que da una idea de la gravedad de una situación sin precedentes. Pese a amagar en los últimos días con declarar una emergencia nacional para conseguir los 5 mil millones de dólares necesarios para construir la valla, Trump dijo ayer que esa declaración no se está contemplando “ahora mismo”, y a falta de un acuerdo, siguen las especulaciones sobre cómo la Casa Blanca podría sortear al Congreso y obtener los fondos del Ejército, en concreto de los 13 mil 900 millones previstos para hacer frente a las catástrofes naturales./ EL PAÍS