El Kung Fu vaginal, una método milenario taoísta, es una técnica que enseña a las mujeres a tener control sobre sus órganos femeninos para mejorar e intensificar sus orgasmos.
A muchas mujeres no les basta con la penetración para conseguir llegar al orgasmo. Por eso, muchas veces es necesario (y excitante) estimular el punto G para que el sexo sea del todo placentero.
Esta técnica consiste en tonificar y ejercitar el suelo pélvico con ayuda de un peso. A diferencia de los ejercicios de Kegel (donde la estimulación se realizar sin ningún extra), aquí deberemos introducir una piedra de jade en nuestra vagina, a la que se le ata una cuerda de nailon con otro peso en el extremo. Después, se trata de apretar y controlar los músculos pélvicos con ayuda del peso, mientras abrimos las piernas y nos balanceamos. Conseguiremos entonces el efecto péndulo.
Estos ejercicios son muy efectivos, además de en el terreno sexual, para las pérdidas de orina. Según numerosas expertas y gurús del sexo, esta técnica mejora nuestra calidad de vida considerablemente. Aprender a contraer y relajar los músculos vaginales permitirá el dominio de la autoestimulación. Así, será más fácil alcanzar el orgasmo.
Las expertas en materia recomiendan a las principiantes que comiencen introduciendo bolas chinas de silicona, ya que las piedras de jade hay que mantenerlas limpias y sin bacterias para evitar infecciones./EUROPAFM