La calificadora de riesgo financiero Fitch Ratings mantuvo su perspectiva negativa para la economía mexicana, luego de que el gobierno presentara al Congreso el presupuesto para 2019, dijo este lunes Charles Seville, director ejecutivo de deuda soberana de la consultora.
• «Nuestra perspectiva negativa refleja los riesgos en torno a una incertidumbre política más amplia, por ejemplo, con respecto a la implementación de la reforma energética (de apertura a la inversión privada y extranjera en la industria petrolera y eléctrica), así como el desempeño económico a mediano plazo y el pasivo contingente de Pemex», dijo Seville en un comunicado emitido en Nueva York.
• El presupuesto del Gobierno de México busca un balance general del sector público no financiero de 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), que es «similar a la estimación para 2018, consistente con nuestras expectativas y la guía de la administración» de López Obrador, prosigue la evaluación financiera.
• El proyecto del gasto público federal suma 5.7 billones de pesos, 6 por ciento mayor al de 2018 y prevé un crecimiento económico de 1.5 a 2.5 por ciento el próximo año.
• «Los supuestos macroeconómicos y de precio del petróleo (55 dólares por barril) en 2019 son realistas», celebra Fitch sobre esos datos, a pesar de que seguirá cayendo la producción petrolera, que representa menos del 20 por ciento de las ingresos fiscales del Gobierno, según las autoridades mexicanas.
En cuanto al balance del presupuesto, la calificadora financiera observa que «mantiene el crecimiento del gasto público en línea con la regla fiscal y señala la disciplina fiscal, aunque en el lado de los ingresos por impuestos puede haber menos margen para un desempeño superior al de los últimos años», indicó el responsable de la firma.
• «Cuando el presupuesto (2019) asigna dinero extra para proyectos prioritarios, lo hace recortando gastos en otros lugares» del gasto público, dijo el director general de deuda soberana acerca del destino del presupuesto, que el Congreso debe debatir y aprobar antes del fin de este año.
• «Las proyecciones a mediano plazo también requieren una relación constante de la deuda pública con el PIB constante», indica el posicionamiento ante el proyecto de presupuesto enviado al Poder Legislativo el pasado sábado 15 de diciembre.
El nuevo gobierno planea continuar disminuyendo la carga de la deuda pública, que en el último año de la administración anterior (2018) se redujo de 49 a 46 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el menor nivel en 10 años.
Como porcentaje del PIB, en 2019 la deuda bajará 0.4 puntos, para ubicarse en 45.3 por ciento del producto y para 2024, al final de su mandato, el nuevo Gobierno proyecta la meta de 44.9 por ciento del PIB.
Pemex sigue lidiando con una deuda superior a los 100 mil millones de dólares y es una de las causas por las cuales Fitch cambió la perspectiva de la economía mexicana de «estable» a «negativa», poco antes de que López Obrador asumiera la presidencia el 1 de diciembre pasado./REFORMA-PUNTOporPUNTO