En los tres años que el gobierno de la Ciudad de México aplicó las fotomultas, es decir, de 2016 a 2018, recaudó un promedio de tres mil 600 millones de pesos, de los cuales 46 por ciento se entregó a las empresas que instalaron los equipos, mientras que 54 por ciento, alrededor de mil 944 millones de pesos, llegó a la Tesorería capitalina, pero no hay ninguna evidencia de como se usaron esos recursos, por lo que existe opacidad en este dinero que recaudó la anterior administración. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseveró que esto confirma que, detrás de las fotomultas, sólo había corrupción y recaudación, porque no hay información de cómo se usaron esos casi dos mil millones de pesos que obtuvo el gobierno, pues no hay datos de si fueron para obras viales, para temas ambientales o para la reconstrucción, como en febrero de este año lo anunció Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno./ EXCÉLSIOR