El salario podría pasar de 88.36 a 102 pesos, lo que representaría un aumento de 15.4% a partir del 1 de enero del 2019, a fin de alcanzar la línea de bienestar. Un mejor nivel salarial no implica mayor inflación, ni aumento en la informalidad, ni desaceleración en el crecimiento del empleo, sino una posibilidad de lograr la línea de bienestar básica, indicó el líder de los patrones en México.
- La propuesta ha sido compartida con la próxima Secretaria del Trabajo, María Luisa Alcalde, con el propósito de que en la negociación salarial de fin de año se logre el objetivo mínimo.
- “La negociación se alcanza a finales de diciembre, en la segunda quincena o tercera semana y entra en vigor a partir del primer día de enero, pensamos que es muy probable que ocurra de esa manera; si puede ser antes pues mejor, pero creo que es lo más probable”, comentó en conferencia de prensa.
- Al ser cuestionado sobre si es viable elevarlo a 173 pesos diarios, esto es al doble, De Hoyos discrepó, porque no existen condiciones para ello.
Comentó: No es que sea malo o imposible el aumento del salario mínimo en esa zona al doble, de hecho hoy nadie trabaja en el norte del país por dos salarios mínimos. “El monto no preocupa, sino abandonar el camino de uniformidad salarial en el que hemos avanzado. Mejor sería que ese aumento fuera un objetivo nacional y no sólo en la frontera”.
Peligro con la Atomización de Sindicatos
Si los legisladores no regulan los contratos colectivos y el derecho de huelga, como parte de las leyes secundarias de la reforma laboral, una mala interpretación del Convenio 98 provocaría la sobreprotección a líderes sindicales y la “atomización” de sindicatos, con el riesgo del cierre de empresas, advirtió el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos.
- “En el derecho de sindicación y de negociación colectiva es imprescindible desarrollar un mecanismo que impida la ‘atomización’, es decir, la existencia de multiplicidad de sindicatos en una misma empresa, que dificulten revisiones de contratos colectivos y eventualmente conduzca a la parálisis”, sentenció el líder patronal.
- “Tenemos la certeza de que sólo mediante la adecuada participación de las organizaciones representativas de trabajadores y patrones se podrán generar adecuaciones legales”.
Cabe recordar que los compromisos relacionados con la libertad sindical y la contratación colectiva en el país adquiridos tras la ratificación del Convenio 98 entran en vigor el 30 de octubre del 2019.
El líder del sector patronal señaló que se ha observado en distintos países latinoamericanos que han ratificado el Convenio 98 de la OIT, que negociar con grupos diferentes al interior de una misma empresa no sólo impacta negativamente la productividad, sino que debilita a los propios sindicatos.
- “Estamos en favor de la libertad sindical”, sostuvo De Hoyos, pero regulada, para que no se afecte la relación tripartita. Para el sector patronal, “es fundamental que se evite en la nueva legislación, paros, bloqueos y amenazas que impidan la realización de las actividades de los patrones y de sus trabajadores, proveedores o clientes”.
De Hoyos sostuvo, lo que está en juego es la certidumbre y la competitividad laboral de México, y con ello, la posibilidad de que el país pueda generar los empleos que necesita su población, para acceder a niveles crecientes de bienestar.
La reforma laboral fue aprobada el 24 de febrero del 2017, registrando cambios en los artículos 107 y 124 de la Constitución; sin embargo, la legislación secundaria continúa estancada. Dicha reforma establece la desaparición de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y la resolución de las diferencias o los conflictos entre trabajadores y patrones a través de juzgados o tribunales laborales del Poder Judicial de la Federación o de las entidades.
Sindicalismo y outsourcing
Lorenzo Roel, presidente de la Comisión Laboral nacional de Coparmex, precisó que como parte de las reformas secundarias, en esta ocasión se prevé que sólo entre el paquete de sindicalismo, por lo que el tema de la subcontratación quedará pendiente para una segunda ola de iniciativas a legislarse.
- Por el momento, en el Congreso se prevé que se presenten las iniciativas a sindicalismo, puesto que en el Anexo 23-A del capítulo laboral del T-MEC, México se comprometió a que en las futuras revisiones salariales y de condiciones laborales, todos los contratos colectivos existentes incluyan apoyo mayoritario, a través del ejercicio del voto personal, libre y secreto de los trabajadores cubiertos por dichos contratos.
- “El cumplimiento de dicha obligación internacional debe satisfacerse con una regulación adecuada en la Ley Federal del Trabajo, a fin de que las revisiones de contratos colectivos de trabajo no sean demoradas y tortuosas, conciliándose el T-MEC, con la debida agilidad de las negociaciones laborales”./EL ECONOMISTA- DINERO EN IMAGEN- PUNTOporPUNTO