Molino de harina de trigo, escenario de batallas históricas, casa de una leyenda del cine y hasta rancho son algunas etapas que ha tenido el predio que hoy ocupa Los Pinos. La residencia oficial está, a punto de cerrar otro ciclo en su historia, pues por disposición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a partir del próximo 1 de diciembre cerrará sus puertas como domicilio del titular del Poder Ejecutivo federal. Desde 1935, cuando Lázaro Cárdenas lo designó como residencia oficial, el inmueble albergó a 14 presidentes de México, salvo a Adolfo López Mateos, que sólo lo usó para trabajar. Antes, fue una propiedad privada en la que vivió Dolores del Río cuando estuvo casada con uno de los herederos del rancho La Hormiga. Después fue entregada a la Secretaría de Hacienda para que la habitaran funcionarios, entre ellos Plutarco Elías Calles. El nuevo gobierno proyecta hacer de Los Pinos “el complejo cultural más grande del mundo”, integrado a la Primera Sección de Chapultepec./ EXCÉLSIOR