En las entidades federativas la discrecionalidad en el uso de los recursos públicos es tan prevalente que los presupuestos son simples «juguetes» para los gobernadores.
- De acuerdo con el Índice de Información del Ejercicio del Gasto (IIEG) del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), todos los estados de la República violan la Ley General de Contabilidad Gubernamental, pues subestiman sus ingresos, gastan más de lo presupuestado y se endeudan por arriba de lo planeado.
- «Los presupuestos no reflejan la realidad y si demuestran una falta de planeación y desorden en la ejecución del gasto, así como falta de vigilancia y contrapeso de los congresos estatales», sostuvo Juan Pardinas, director general del IMCO, durante la presentación del IIEG.
- Si bien, en este momento no es posible afirmar que estas irregularidades detectadas son, o forman parte de, actos de corrupción, las condiciones de jurídicas e institucionales en las entidades federativas son «el invernadero jurídico para al Javier Duarte del próximo sexenio», consideró Pardinas.
- Estos personajes surgen en determinados contextos institucionales y jurídicos. No son unos villanos perversos que llegan en naves espaciales, son simples políticos tramposos, pecadores un poco más allá del promedio, que en un entorno de opacidad y discrecionalidad se convierten en una especie de emperadores romanos».
- Aproximadamente un 40 por ciento de los recursos públicos del país son ejercidos por los gobiernos estatales, estima el IMCO, sin embargo, existe una opacidad generalizada en su ejercicio. Los que hacen pública si información financiera no lo hacen bajo criterios homologados, y varios de ellos incumplen en los plazos para su publicación.
Cheques en blanco para gobernadores
Una mala práctica financiera que prevalece en las entidades federativas es subestimar los ingresos que percibirán en un año. El IIEG reveló que en 2017 los poderes ejecutivos estatales recaudaron 319 mil 753 millones de pesos más de lo estimado, lo que equivale a un 18 por ciento más de lo que habían previsto en sus presupuestos anuales.
Aunque esta práctica no es exclusiva de los gobiernos estatales, pues en 2017 el gobierno federal registró un 8 por ciento de excedentes, los investigadores del IMCO detectaron que es una práctica sistemática y que ha ido al alza en los últimos tres años.
Diego Díaz, investigador del área de finanzas públicas del Instituto, señaló que al no estar contemplados en sus presupuestos anuales, los fondos excedentes tienen un margen muy amplio de discrecionalidad en su ejercicio.
En la práctica son cheques en blanco a disposición de los gobernadores para que los ejerzan en lo que ellos quieran, sin tener mecanismos adecuados de rendición de cuentas».
- Ocho entidades presentaron una planificación financiera tan deficiente que subestimaron sus ingresos en, al menos, 25 por ciento. El caso de Quintana Roo fue tan severo que terminó recaudando un 72 por ciento más de lo previsto.
- Cuatro estados recaudaron tanto en 2017, que los ingresos excedentes hubieran permitido que pagaran la totalidad de su deuda pública: Guerrero, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro. Este último Estado hubiera podido cubrir 3.6 veces el monto de su deuda, pero esto no sucedió.
- La verdadera prioridad presupuestal de la mayoría de los ejecutivos estatales fue el gasto burocrático, rubro al que, en promedio, inyectaron un 11 por ciento más de lo programado en sus presupuestos de egresos.
- La infraestructura definitivamente no fue una prioridad para 14 estados durante 2017, ya que gastaron menos de lo presupuestado en este rubro, aunque recibieron 187 mil millones de pesos más de lo estimado, siendo Chihuahua el caso más extremo, pues gastó un 86 por ciento menos de lo que había aprobado ejercer durante el año.
- Ante esta situación, la advertencia de Juan Pardinas es muy clara: «mientras no cambie el entorno institucional, vamos a seguir teniendo celebridades cleptocráticas en los estados». /HUFFINGTON POST