Al estar en la capital de China, era importante hablar con el embajador mexicano, José Luis Bernal. Miembro del Servicio Exterior desde 1979, es un internacionalista de formación y corazón, con una maestría en Economía del Sector Público en el CIDE. La conversación lleva a lo que se ha convertido en su especialidad: Asia-Pacífico, con énfasis en Corea y China.
- Tras un recorrido analítico de los procesos históricos y económicos de la región, llegamos a los desafíos de las relaciones entre México y China en un contexto de incertidumbre global, cambios en la organización internacional (gobernanza global) y la necesidad de diversificar nuestras relaciones políticas y económicas con el mundo.
“Nos encontramos inmersos en un cambio de las relaciones internacionales, en donde China, sin lugar a dudas, juega un papel importante en la mayoría de los temas”, comentó Bernal, exembajador en Corea. “México y China enfrentan muchos retos como países emergentes y en el fortalecimiento de su Asociación Estratégica Integral, que ciertamente ha registrado enormes avances en los últimos años y para cuya profundización trabajamos en cinco ejes:
- 1) consolidación de lo logrado hasta ahora, sobre todo en materia de diálogo político y marco institucional, 2) profundización en aquellos aspectos en que hay avances pero nos falta seguir haciendo la tarea, como comercio, inversión, cooperación para el desarrollo, 3) incorporación de nuevos sectores, actores y acuerdos, 4) coordinación de coincidencias en foros multilaterales y 5) planeación estratégica”, apuntó.
- “En cuanto al primer punto, consolidación, es importante aprovechar el alto nivel de diálogo político que ambos países tienen y subrayar su importancia; en la profundización, hay oportunidades de avanzar en áreas como comercio, inversión, investigación, tecnología, capacitación, turismo, conectividad, promoción cultural y cooperación educativa.
- “Con lo que respecta a la incorporación, más allá de los participantes e instituciones tradicionales, se debe integrar a nuevos actores en la relación bilateral como lo son autoridades locales, parlamentarios, empresarios (no sólo las cúpulas),nuevos centros de pensamiento y sobre todo, a especialistas que entiendan al mundo en su perfecta dimensión, incluyendo a los expertos de nuestro país, ya que —dicho sea de paso— es necesaria una mayor especialización de nuestro capital humano para tener un mejor entendimiento de China en su complejidad, diversidad y dinamismo”.
En este punto, resaltó las inversiones, que considera deben ser enfocadas en la ampliación de cadenas de valor y distribución y en la creación de nichos de producción que atiendan la demanda en sectores específicos. Otro tema al que se debe poner atención es el de comercio electrónico (e-commerce) donde ellos han avanzado significativa mente.
- Respecto al punto cuatro, opinó que se debe profundizar con China la coordinación de posiciones en foros multilaterales de acuerdo con nuestro interés nacional, incluyendo las coincidencias en la agenda global de Naciones Unidas, el G20, APEC e inclusive en nuestros contactos con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
- Finalmente, en cuanto a la planeación estratégica, piensa que es necesario considerar de nuevos escenarios, ante la cambiante escena global y nacional, y dotar de una infraestructura permanente para brindar a nuestros tomadores de decisiones (públicos y privados) de insumos para realizar mejor su trabajo, es decir, entender a este país en todos sus componentes.
- Por ejemplo, comprender y explicar desde distintas ópticas temas como la iniciativa de la Franja y la Ruta o nueva Ruta de la Seda en la política exterior de China, en lo global, y en particular en las relaciones con América Latina.
La charla incluyó la importancia de intercambios académicos, en el que destacó las posibilidades que identifica con universidades de China. Sus palabras obligan a pensar sobre cómo “cumplir con el interés de México de seguir impulsando el desarrollo propio, considerando las nuevas realidades de la globalidad, aprendiendo las mejores prácticas de las experiencias nacionales de desarrollo y comprendiendo la propia condición de ser un país con pertenencias múltiples y con responsabilidades crecientes en la escena internacional”./EL HERALDO- PUNTOporPUNTO