México firmará un acuerdo paralelo para quedar excluido de los aranceles que Estados Unidos ha implementado o que podría implementar argumentando razones de seguridad nacional, afirmó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía. Este acuerdo lateral será signado antes de que se firme, a su vez, la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
- Tendría efectos sobre todo respecto a los aranceles que aplican las aduanas estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio, a la vez que tendría relación con una carta paralela que ha mencionado Guajardo sobre la posible imposición de aranceles a las importaciones estadounidenses de autos y autopartes.
- “Lo que vamos a hacer es, antes de firmar este tratado (el TLCAN), establecer un acuerdo para poder eliminar todas las agresiones arancelarias existentes, y ésa (la del acero y aluminio) es la única que tenemos vigente”, comentó Guajardo en una entrevista radiofónica.
Estados Unidos anunció el 8 de marzo que fijaría aranceles globales de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, argumentando preocupaciones de seguridad nacional, y otorgó a 34 países exenciones, las cuales mantuvo a cambio de límites a través de cupos para los casos de Brasil, Argentina, Corea del Sur y Australia, mientras las extendió sólo hasta el 1 de junio para México, Canadá y las 28 naciones de la Unión Europea.
- Inicialmente, estas tarifas entraron en vigor el 23 de marzo. “El acuerdo establecido es un acuerdo de libre comercio; si llegaran a establecer aranceles contra todo el mundo por motivos de seguridad nacional, lo que México hace en este acuerdo es una carta, que le llamamos una carta adjunta, que es parte de los acuerdos, donde dice: a México no lo vas a afectar”, destacó Guajardo.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, inició el 23 de mayo una investigación sobre si las importaciones de automóviles, camionetas, autopartes y camiones livianos representan una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, lo que podría concluir en la fijación de aranceles globales a esos productos.
México consensuó con Estados Unidos un acuerdo paralelo como parte de la renegociación del TLCAN, en la que se garantiza un límite de exportaciones mexicanas de autos con arancel cero al mercado estadounidense si el presidente Donald Trump decide imponer medidas restrictivas unilaterales a nivel mundial.
Tal acuerdo permitiría a Estados Unidos establecer aranceles por “seguridad nacional” a las importaciones que estén por encima del límite de 2.4 millones de vehículos originarios de México al año.
Ese monto es 40% superior a los automóviles que México vendió a su vecino del norte. En 2017, casi 1.8 millones de autos ligeros y vehículos utilitarios deportivos (SUV, por su sigla en inglés) fueron exportados a Estados Unidos desde México.
“El TLC original nos dio elementos que se mantienen, en el que está ahora pactado en el entendimiento que podemos inmediatamente responder a una agresión comercial así, y de hecho (en el caso del acero y el aluminio) pusimos aranceles al queso mexicano, a la carne de puerco y otros productos”, comentó Guajardo.
El acuerdo paralelo permitiría a Estados Unidos fijar aranceles sobre las importaciones de autopartes mexicanas por un valor que supere los 90,000 millones de dólares anuales, por los mismos motivos de seguridad nacional, según las fuentes referidas por Reuters. En 2017, México exportó partes automotrices a Estados Unidos por un valor de 56,292 millones de dólares.
Podría limitar entrada de unidades mexicanas
Estados Unidos logró poner límites en el nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a la apertura del servicio de transporte de carga transfronterizo por carretera entre México y Estados Unidos.
- “Lo que se hizo simplemente es decir: si llegara a crecer aceleradamente (el servicio), a representar un daño a la industria, se establecerán condiciones para moderar ese daño”, comentó Guajardo en una entrevista radiofónica.
- La práctica generalizada hoy día es que se usan tres transportistas de camiones en el comercio entre ambas naciones: uno que lleva el remolque a las ciudades fronterizas de un país, otro que cruza la frontera (transfer o burrero) y otro más que viaja por el segundo país.
Con algunas operaciones intermitentes iniciales, la apertura de este servicio se ha mantenido desde el 2014, con lo que decenas de vehículos pueden hacer servicios desde un punto de México a un punto de Estados Unidos sin cambiar de camión, caja o conductor, esto es, una apertura total pero limitada.
El programa ha avanzado con cierta lentitud en los últimos años en parte por la incertidumbre sobre si se mantendrán firmes las reglas a largo plazo. Guajardo informó que en casi ocho años del programa piloto sólo 33 compañías mexicanas se anotaron.
Los programas piloto que permitieron prestar servicios de camiones desde cualquier punto de un país a cualquier punto del otro estuvieron bajo la amenaza de ser cancelados, lo que provocó poca participación de empresas transportistas. Guajardo también argumentó que la mayoría de las compañías se adecuaron a un sistema donde hicieron inversiones en cada uno de los territorios.
“Lo que han hecho las empresas a las que les interesa ahondar en esos servicios es buscar, cumpliendo con las reglas originales de cada país, meterse al país a hacer inversión. Claro que no pueden ser propietarios mayoritarios”, dijo Guajardo. / CON INFORMACIÓN DE EL ECONOMISTA