Educación, lastre de la gestión peñista

Cuatro de cada 10 programas sociales del sexenio, que absorben más de 270 mil mdp, no tienen impacto en mejorar el ingreso

Termina el sexenio, y la dependencia que peor funcionó y menos impacto tuvo en el desarrollo social durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto fue la Secretaría de Educación Pública (SEP).

  • Esta dependencia que primero encabezó Emilio Chuayffet, los siguientes dos años Aurelio Nuño Mayer, y en la recta final Otto Granados Roldán, es la secretaría que tuvo la mayor cantidad de “aspectos susceptibles de mejora” (fallas en la aplicación de sus programas) acumulados en estos casi seis años.
  • Es también la dependencia que alberga el mayor número de programas que menos contribuyen al desarrollo de la población más desprotegida y, al mismo tiempo, tienen las observaciones más cuantiosas por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
  • Entre 2013 y lo que va de 2018, la Secretaría de Educación Pública tiene 481 reportes de debilidades, omisiones y amenazas detectados por evaluadores externos en los 48 programas analizados durante la presente administración. Es decir, por cada programa, la SEP tuvo, en promedio, 10 observaciones sobre errores en resultados, diseño institucional y procesos de aplicación, de acuerdo con el Sistema de Evaluación al Desempeño (SED) que coordina la Secretaría de Hacienda y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
  • La segunda dependencia con más “aspectos susceptibles de mejora” es la Secretaría de Gobernación, con 245 observaciones a lo largo del sexenio a 28 programas evaluados, lo que da un promedio de 8.7 fallas por cada programa. En tercer lugar se encuentra la Secretaría de Desarrollo Social, con 214 errores detectados por el SED en 26 programas analizados, lo que arroja un promedio de 8.2 fallas por cada programa, de 2013 a 2018.

Los programas de la SEP con mayores observaciones a lo largo del sexenio fueron Escuelas de Calidad, Escuela Segura, Producción y Distribución de Libros y Materiales Educativos, Educación Inicial y Básica Comunitaria, Programa Nacional de Becas, Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa, Programa para el Desarrollo Profesional Docente, Expansión de la Educación Media Superior y Superior, Fortalecimiento de la Calidad Educativa y Programa de la Reforma Educativa.

Recursos sin solventar

En lo que va del sexenio, la SEP tiene una bolsa acumulada de 4 mil 970 millones de pesos pendientes de solventar, de acuerdo con el Sistema Público de Consulta de Auditorías de la ASF. Es la segunda secretaría con más faltantes. La primera es Agricultura, con 5 mil 283 millones sin comprobar, y en tercer lugar está la Secretaría de Desarrollo Social, con 4 mil 648 millones de pesos sin solventar entre 2013 y 2017.

La educación pública es uno de los rubros más desprotegidos frente al amplio menú de malas prácticas que se han adueñado de las finanzas públicas en México. En 2016, por ejemplo, el 100% de los recursos destinados a Escuelas de Calidad fueron mal utilizados por los gobiernos estatales.

  • En el Top 10 de la ASF sobre programas con mayores subejercicios, la mitad están relacionados con la enseñanza. Entre ellos está el Programa de Fortalecimiento de la Calidad en Instituciones Educativas (69% de suberjercicio), Programa para el Desarrollo Profesional Docente (64.7%), Programa de Expansión en la Oferta Educativa en Educación Media Superior y Superior (59.8%) y el Fondo para Elevar la Calidad de la Educación Superior (49.3%).
  • En el documento Consideraciones para el Proceso Presupuestario 2019, elaborado por el Coneval y que buscar dar insumos a la Legislatura que se instala el próximo 1 de septiembre, así como al gobierno del presidente electo Andrés Manuel Lopez Obrador, que entra en funciones el 1 de diciembre, se advierte que el gobierno federal gasta 282 mil 166.1 millones de pesos en 57 programas sociales que no tienen ningún impacto en mejorar el ingreso, incrementar el acceso a la alimentación, abatir el rezago educativo, elevar el acceso a los servicios de salud y a la seguridad social, aumentar la calidad y los espacios de la vivienda, mejorar los servicios básicos de las personas con mayores carencias.
  • De un catálogo de 150 programas sociales analizados por el Coneval, sólo 10 son altamente prioritarios por su elevado impacto en el mejoramiento de las condiciones de vida de las capas más desposeídas de la población. Estos programas implicaron una inversión de 236 mil 365.6 millones de pesos.

Esto significa que 38% de los programas sociales del gobierno federal tienen nulo impacto en combatir la pobreza y, por lo tanto, forman parte de las áreas susceptibles de ajustes presupuestales para llevar a cabo el plan de austeridad del próximo gobierno. Estos programas no prioritarios absorben 30.9% de los 910 mil 283.3 millones de pesos que en 2018 se destinaron a los 150 programas analizados por Coneval.

La SEP es la que concentra la mayor cantidad de programas sociales con nulo impacto en el bienestar de la población pobre. De los 34 instrumentos que maneja, 17 no tienen ninguna prioridad, pero absorben un presupuesto de 206 mil 864.7 millones de pesos.

  • Los programas de la SEP más onerosos, pero que no tienen ningún impacto en reducir el desarrollo social del país son Subsidios para Organismos Descentralizados Estatales, que tiene un costo de 83 mil 784.3 millones de pesos; el de Servicios de Educación Superior y Posgrado, con un costo de 49 mil 522 millones de pesos, y el de Servicios de Educación Media Superior, que este año ejerció un presupuesto de 41 mil 354.2 millones de pesos.
  • Ninguno de los tres, de acuerdo con el Coneval, tiene alguna utilidad para disminuir las inequidades de acceso al derecho a la educación entre los diferentes grupos de la población, incrementar la disponibilidad de instituciones públicas que ofrecen educación media superior en regiones con poca oferta de servicios y alta concentración de población potencial o mejorar la focalización de la población a la que se otorgan becas —distintas a las de Prospera—, midiendo con mayor exactitud el grado de vulnerabilidad o necesidad económica de quienes las solicitan.
  • Otro caso grave de presupuesto social que se desperdicia por estar canalizado a acciones estériles contra la pobreza es el de la Secretaría de Salud. De los 17 programas que maneja la dependencia, ocho no tienen ninguna relevancia en la mejora de las condiciones de vida de las capas más pobres de la población.
  • De los 106 mil 383.2 millones de presupuesto que implicaron los 17 programas, 8 mil 208.6 millones no tienen pertinencia alguna. El programa de la Secretaría de Salud más caro y poco útil para abatir rezagos es Investigación y Desarrollo Tecnológico en Salud, que este año costó 2 mil 262.7 millones.

Gasto

El Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 comenzará a negociarse en cuanto se instale la nueva Legislatura y tiene hasta el 15 de diciembre para aprobarlo./ CON INFORMACIÓN DE EJE CENTRAL

 

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