El Centro Internacional de Acapulco (CIA) se convirtió este martes en el epicentro del dolor en Guerrero. Ayer se agolparon años, décadas de impunidad. En el salón Teotihuacán cupieron todos: víctimas, defensores de derechos humanos y hasta los verdugos. Los protagonistas de la tragedia. Al CIA llegaron las madres, los hermanos, las esposas, hijos de desaparecidos y muertos de los últimos años en Chilapa, Iguala, Acapulco, Chilpancingo. Los familiares fueron contundentes: no más simulaciones, que los gobiernos dejen de dar despensas y se pongan a buscar a los desaparecidos; que lleguen con los culpables. Encinas, en respuesta, les dijo que con el próximo gobierno de López Obrador se comenzará a construir una nueva relación que se basará en resultados./EL UNIVERSAL