Ganan entre 50 y 80 dólares por migrante que ayudan a cruzar a Estados Unidos y se han convertido en el sustento de sus familias. Son los llamados polleritos, menores de 17 años involucrados en el tráfico de personas. “No me creen que tengo 17 años y me quieren meter a la cárcel”, dice Adrián, un menor mexicano, nacido en Ciudad Victoria. El ICE busca demostrar que Adrián no es menor de 18 años, lo que les daría la oportunidad, si prueban que traficaba migrantes, de detenerlo en una cárcel y abrirle proceso penal como adulto. La situación cambia radicalmente si es un pollerito./ EL UNIVERSAL