Fluvio Ruiz Alarcón, quien fuera consejero independiente de Petróleos Mexicanos (Pemex) y asesor de la dirección general en los últimos meses, será el director general de Pemex Exploración y Producción (PEP), la subsidiaria que recibe 56% del presupuesto de la estatal y tan sólo en el primer semestre del 2018 obtuvo ingresos por 13,023 millones de dólares.
- De acuerdo con empresarios de Veracruz cercanos a la próxima secretaria de Energía, Rocío Nahle, el segundo puesto de mayor relevancia de la estatal será ocupado por Ruiz Alarcón, quien enfrentará retos como la caída de la producción petrolera y el balance entre las exportaciones petroleras y las entregas de crudo al sistema nacional de refinación.
- Con datos semestrales de Pemex, la producción de petróleo crudo ha disminuido 34% en los últimos 10 años, con lo que extrae 961,000 barriles diarios menos, ubicándose en la primera mitad del 2018 en 1.881 millones de barriles por día. Tan sólo en el último año, la producción petrolera se redujo en 6.6%, con una caída de 134,300 barriles por día en promedio.
- El informe sobre México de la Agencia Internacional de Energía publicado en el 2016 pronosticó que la declinación petrolera continuará por lo menos hasta el 2019, para luego elevarse a 2.4 millones de barriles diarios durante los próximos cinco años y así continuar su ascenso hasta que el país produzca nuevamente 3.4 millones de barriles por día en el 2040.
Sin embargo, todo ello está condicionado a que se continúen realizando rondas petroleras con contratos para privados y asociaciones con Pemex.
- Al respecto, el presidente electo ha manifestado que, antes de lanzar nuevas licitaciones, revisará la legalidad de los contratos existentes, incluidas las asociaciones que ha realizado Pemex con empresas como la australiana BHP Billiton en aguas profundas y con la alemana Deutsche Erdoel y la egipcia Cheiron en campos terrestres.
Por lo pronto, la Comisión Nacional de Hidrocarburos postergó de septiembre de este año a febrero del 2019 dos licitaciones pendientes para privados en campos terrestres y siete contratos de asociación con Pemex, en espera de señales de la administración entrante.
En lo que respecta a las decisiones que el director de PEP deberá tomar respecto al reparto de crudo, aun con un precio promedio de 60 dólares por barril, la estatal obtuvo 13,023 millones de dólares en el primer semestre del año, volviendo a los niveles del 2014, cuando el precio del petróleo era de 95 dólares por barril.
Ello, gracias a que destinó 1.218 millones de barriles diarios en promedio a las exportaciones, con lo que 65% del crudo que se produjo en el semestre fue para el mercado externo y sólo 35% restante lo vendió a sus propias refinerías operadas por Pemex Transformación Industrial.
La nueva administración mantiene como promesa de campaña destinar entre 38,000 y 50,000 millones de pesos a la rehabilitación de las seis refinerías existentes, además de la construcción de un nuevo centro refinador con capacidad de procesar alrededor de 300,000 barriles diarios de crudo para incrementar la elaboración doméstica de combustibles y reducir las importaciones que, en el primer semestre, promediaron 60% de la demanda nacional. Para ello, será necesaria buena parte del crudo que hoy se destina a exportaciones.
Fluvio Ruiz, petrolero de formación
Originario de Coaztacoalcos, Veracruz (al igual que la próxima secretaria de Energía, Rocío Nahle), Ruiz Alarcón cuenta con una maestría en Ingeniería de Exploración Petrolera en la Facultad de Ingeniería de la UNAM además de una maestría y doctorado en Economía de la Energía, respectivamente, en la Universidad Pierre Mendes-France de Grenoble y en la Universidad de París III (la Nueva Sorbona), en Francia.
Entre el 2009 y el 2015 fue consejero profesional de Pemex (cargo que dejó al promulgarse el nuevo marco legal de la estatal) donde fue presidente de comités como Desarrollo e Investigación Tecnológica, del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable. Posteriormente fungió como asesor del anterior director de Pemex, José Antonio González Anaya, originario también de Coatzacoalcos./EL ECONOMISTA