El diálogo con grupos del crimen organizado es un tema que debe ser abordado en los foros de pacificación, con el fin de encontrar herramientas que contribuyan a la disminución de la violencia, afirmó Salvador Rangel, obispo de Chilpancingo-Chilapa. En entrevista, el prelado señaló que el diálogo “es una ley de oro”, la cual debe anteponerse para conocer los motivos por los que una persona, incluso los criminales, actúan de determinada manera. Consideró que al escuchar a todos se “desinflama” una bomba de tiempo y ello favorece a la construcción de la paz./EL UNIVERSAL