Las extorsiones contra restauranteros no sólo ocurren en la zona de Polanco, pues supuestos integrantes de La Unión también acechan el corredor comercial Roma-Condesa.
Francisco Fernández Alonso, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), aseguró que desde hace varias semanas han recibido denuncias de locatarios.
Los criminales amenazan con hacerles daño a los restauranteros en caso de no entregar dinero y permitirles vender drogas. «Lo que pasa con esa gente es que lanzan amenazas diciendo: ‘Si tú no me das dinero te voy a dañar’.
- «Cuando llega alguien y se identifica como un integrante de un grupo delictivo, no sabemos si es verdad o solamente generan miedo», comentó Fernández Alonso.
- Hace unas semanas, REFORMA dio a conocer el cobro de piso en Polanco, donde las víctimas culparon a los integrantes de La Unión.
- El gerente de un restaurante en Avenida Alfonso Reyes, en la Condesa, comentó que un grupo de dealers acudió al negocio para exigirle una cuota.
- «Llegaron y dijeron que eran de La Unión. Primero muy amables, y cuando me exigieron 30 mil pesos al mes me negué y se enojaron. Eran 4, y uno de ellos me gritó que me iban a golpear y que le harían daño a mi familia.
- «Me dio miedo. Le dije lo que pasó al dueño y les dimos 15 mil pesos. Sólo fue un pago, y tengo miedo de que regresen. La verdad, no se puede trabajar tranquilo», contó.
José Gil, subsecretario de Inteligencia de la Policía capitalina, aseveró que los extorsionadores son imitadores de la banda de narcomenudistas La Unión.
- «Lo que tenemos son imitadores, personas que llegan y piden permiso para ingresar (a tomar posesión del negocio). Es un tema completamente distinto en el que estamos trabajando», indicó el funcionario.
- Sin embargo, los restauranteros expresaron que se sienten vulnerables al denunciar ante las autoridades.
- «Las leyes prácticamente obligan a que uno tenga que grabar (al extorsionador) para poderlo detener. Sin pruebas no pasa nada, y eso genera más temor e incertidumbre porque las amenazas no son un delito», mencionó Fernández Alonso.
Modus operandi
Las autoridades capitalinas detectaron la forma en la que delinquen los extorsionadores.
- Los delincuentes llegan a los negocios en grupos de hasta cinco y piden hablar con el gerente.
- Amenazan a los locatarios para que les entreguen cierta cantidad de dinero y les den exclusividad para vender drogas.
- Una vez instalados en el establecimiento, se colocan en la zona de baños o barra para ofrecer las sustancias a los clientes./ CON INFORMACIÓN DE REFORMA