Las inversiones que realizaron las administradoras de fondos para el retiro (afores) Sura y Citibanamex en la empresa Oro Negro —que rentaba plataformas petroleras a Petróleos Mexicanos (Pemex)— podrían verse afectadas, ante la complicada situación financiera en la que se encuentra dicha firma privada.
Una fuente cercana a un grupo de acreedores de Oro Negro explicó a El Economista que Sura y Citibanamex, a través de Certificados de Capital de Desarrollo (CKD), financiaron a la firma Oro Negro con aproximadamente 500 millones de dólares.
- “Este dinero está casi perdido porque Oro Negro no está generando ingresos desde septiembre del 2017; además, tenía pasivos por alrededor de 950 millones de dólares. Entonces, tantos pasivos y sin generar ingresos te lleva a la quiebra y difícilmente las afores recuperarán su inversión”.
- De acuerdo con un comunicado publicado por Oro Negro el 15 de marzo del 2013, Axis Capital Management, a través de un fideicomiso de inversión, completó una inyección de capital por 200 millones de dólares en dicha empresa.
- Los fondos para esta inversión provienen de un CKD expedido por Axis en la Bolsa Mexicana de Valores, el cual fue suscrito por fondos de pensiones mexicanos (afores).
- “A través de esta inversión, Axis se convierte en el mayor accionista de Oro Negro, con una participación de 66.7%, lo que hace a Oro Negro una compañía mayoritariamente propiedad de trabajadores mexicanos a través de sus ahorros en fondos de pensiones”.
La fuente cercana a tenedores de deuda, que pidió omitir su nombre, reafirmó que, con lo anterior, tanto Sura como Citibanamex son accionistas de Oro Negro, la cual sufre problemas financieros ante el impago de contratos por los que acusa a Pemex.
Al cierre de esta edición, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y las afores Sura y Citibanamex no dieron una respuesta sobre si el ahorro de los trabajadores se vería afectado por este asunto.
¿Cómo invierten las afores?
Es importante mencionar que la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro establece que las afores deben diversificar sus inversiones en diferentes sectores económicos como el energético, telecomunicaciones e infraestructura para dar buenos rendimientos al ahorro de los trabajadores.
Para ello, las afores cuentan con diferentes consejos: de administración, de inversión y de riesgos financieros. También cuentan con el asesoramiento de consejeros independientes, contralor normativo, responsables de inversiones y riesgos y del director general de la afore.
Cualquier inversión que realicen las afores deben tener como prioridad el beneficio del trabajador. Cada decisión debe ser colegiada, informada y con análisis técnico sustancial, así como contar con contrapesos y documentos de seguimiento de la inversión.
¿Qué pasa con Oro Negro?
- Oro Negro es una empresa con inversionistas nacionales y extranjeros que rentaba sus plataformas de perforación a Pemex. El pasado lunes, Oro Negro publicó un desplegado en el diario The New York Times en el que acusa a Pemex de ponerles trabas para el pago de las plataformas petroleras que le rentaba.
- Alegan que Pemex buscó destruir las inversiones que hizo Oro Negro en el 2015 y el 2016 reduciendo las tarifas diarias que se hicieron en tres contratos con la petrolera mexicana, además de que también suspendieron otros dos contratos.
- “Esto afectó los ingresos de Oro Negro en más de 50% (…) en el 2017 Pemex intentó cancelar todos los contratos de Oro Negro porque se negó a participar en la corrupción de Pemex”, se lee en el desplegado.
Oro Negro afirma que tiene grabaciones de altos funcionarios de Pemex que admiten que la petrolera destruyó a esta empresa porque se negó a dar sobornos a los funcionarios.
- Ante ello, los inversionistas estadounidenses de Oro Negro demandaron a Pemex por 700 millones de dólares en daños; mientras que los inversionistas europeos lo hicieron por 300 millones de dólares.
Pemex, en otro comunicado, negó las afirmaciones de Oro Negro y asegura que no tuvo un trato discriminatorio con dicha empresa, pues fueron acuerdos que se hicieron con otros contratistas./EL ECONOMISTA