Atlacomulco, el municipio del Estado de México en el que nació Enrique Peña Nieto, era hasta el pasado 1 de julio un bastión del priismo mexicano. Hace apenas un año sus vecinos votaban sin titubeos por el PRI que, en los comicios del domingo, sufrió una derrota estrepitosa: ninguno de sus candidatos a un cargo público salió triunfante y, además, el partido perdió el Ayuntamiento con 14.200 votos frente a los 23.500 de Morena. “Aquí todos éramos priistas y no le hacíamos caso a nadie más, pero empezamos a ver que ya no nos escuchaban”, explica el resultado uno de los habitantes del municipio./EL PAÍS