BBC
Las investigaciones ya han demostrado que el trasplante de materia fecal -excremento- es un tratamiento beneficioso contra las infecciones intestinales bacterianas difíciles de tratar.
En particular, se ha intentado como terapia para infecciones causadas por bacterias como la Clostridium difficile, que puede ser mortal y que a menudo no se logra curar con antibióticos.
Los estudios han mostrado que la materia fecal puede restaurar la flora bacteriana capaz de combatir a esta bacteria.
El problema hasta ahora ha sido cómo hacer llegar las heces al intestino de un enfermo.
Para ello se requiere una donación de excementos «frescos», por lo general de un familiar, y para trasplantarlos al intestino se debe introducir una sonda en el yeyuno o someter al paciente a una colonoscopía.
Ahora investigadores en Estados Unidos e Israel encontraron la solución en cápsulas de excremento congelado.
Un ensayo preliminar realizado con 20 personas, y utilizando materia fecal de voluntarios, mostró que las cápsulas lograron restaurar el equilibrio bacteriano intestinal y evitaron la recurrencia de la infección deClostridium difficile.
Y además, afirman los investigadores, fueron bien toleradas por los participantes.
Sin recurrencias
La bacteria C. difficile vive en el intestino de mucha gente sin causar daño, junto con otros cientos de especies bacterianas.
Pero en ocasiones se desequilibra la flora intestinal y la C. difficile se multiplica superando a sus competidores y produciendo enormes cantidades de toxinas.
Esto conduce a diarreas que en los casos más graves que pueden ser letales.
Los antibióticos funcionan en algunos pacientes.
Pero muchos otros desarrollan una infección crónica.
Por eso la búsqueda de terapias que, además de salvar vidas, pueden derrotar a las bacterias más infecciosas.
Cuidadosa selección
En el estudio participaron pacientes que habían sufrido tres o más episodios de C. difficile recurrente y que no habían tolerado la sonda en el yeyuno.
Cada participante recibió 15 capsulas en dos días consecutivos.
En 14 de los 20 pacientes los síntomas desaparecieron totalmente y no sufrieron recurrencias en los dos meses posteriores.
Después de repetir el tratamiento, sólo dos pacientes sufrieron episodios de diarrea, afirma la investigación publicada en el Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Médica Estadounidense).
Las cápsulas, explican los científicos, estaban hechas a base de materia fecal de cuatro voluntarios sanos que habían sido seleccionados cuidadosamente.
Datos preliminares
Los investigadores afirman que ahora será necesario llevar a cabo estudios más amplios para confirmar los resultados y los beneficios a largo plazo.
La profesora Elizabeth Hohmann, de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, quien dirigió el estudio, expresó que «la investigación ofrece datos preliminares que apoyan la seguridad y eficacia de este enfoque».
«Se necesita más experiencia y estudios más grandes para determinar su eficacia y seguridad a largo plazo».
Los investigadores subrayan que la terapia, aunque puede parecer sencilla, debe ser llevada a cabo bajo estricta supervisión y advierten al público que no se debe intentar replicar el tratamiento en casa.
Estricta supervisión
El doctor Ilan Youngster, del Hospital Infantil de Boston, que también participó en el estudio, dijo que «el uso de cápsulas simplifica el procedimiento enormemente y lo hace, potencialmente, accesible a una mayor población».
«Pero aunque estamos tratando de hacer esta terapia más accesible a los pacientes es importante recordar a la gente de los peligros potenciales de intentar una «mezcla casera» de trasplante de microbiota utilizando material fecal de miembros de la familia o amigos».
«Este procedimiento sólo debe ser llevado a cabo bajo estricta supervisión médica con material de donantes que han sido cuidadosamente seleccionados».
Tal como dijo a la BBC el doctor Trevir Lawley del Instituto Wellcome Trust Sanger en el Reino Unido, «el uso de antibióticos puede alterar el ecosistema intestinal sano».
«La idea es colocar nuevamente y de forma manual a los microbios beneficiosos».
«Esto es estimulante porque (los investigadores) llevaron esta terapia a una cápsula. Y muchos científicos están ahora trabajando para asegurarse de que contemos con la combinación más efectiva de microbios».