Por primera vez en su historia, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tuvo que recurrir al uso de la policía para llevar a cabo de manera exitosa un operativo de verificación a dos gasolineras en Puebla, franquicias de British Petroleum y de Pemex, ante la negativa por parte de sus dueños para ser inspeccionados. Los verificadores de Profeco acudieron ayer a las instalaciones de las gasolineras Rasagui y Japa, en Puebla, para comenzar el operativo de revisión a los instrumentos de calibración y de servicio, ante las quejas, por parte de los usuarios por posibles fugas de combustible y cobros irregulares. “De acuerdo con las reformas a la Ley Federal de Protección al Consumidor, la Profeco cuenta con la facultad de aplicar medidas de apremio para hacer cumplir coercitivamente sus requerimientos o determinaciones, dentro de las cuales está solicitar el auxilio de la fuerza pública”, explicó el organismo a través de un comunicado./LA CRÓNICA