Por más de 70 años el PRI dominó la escena política de México; sin embargo, en las elecciones de este año se ve encaminado a una derrota contundente como resultado de los escándalos de corrupción y los niveles históricos de violencia.
Así lo revela The New York Times al revelar que el partido ha aprovechado algunas de las instituciones más importantes del país en un intento por cambiar el rumbo de la jornada del próximo 1 de julio.
Menciona que Alberto Elías Beltrán, titular de la Procuraduría General de la República (PGR) ha acusado a Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente, de delitos graves «sin ofrecer mucha evidencia del presunto crimen».
Asimismo, enlista las críticas de las que ha sido objeto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) por varias decisiones polémicas que han marcado la campaña: rechazó dos auditorías de gastos indebidos por parte del PRI, revirtió una decisión que intentó regular un mecanismo para la posible compra de votos y permitió que estuviera en la boleta un candidato presidencial cuya campaña fue acusada de amaños.
- «No es nada nuevo en la política mexicana que haya tácticas de juego sucio, pero las acciones tomadas por el PRI presentan una escalada por parte del partido oficialista para influenciar una elección».
Su acercamiento con Cambridge Analytica
El diario recuerda que a principios del año pasado, tras los números negativos en las preferencias electorales, el PRI se acercó a Cambridge Analytica, una consultora de datos que le ofreció ayuda, tal y como lo había hecho con el Donald Trump en la elección de Estados Unidos de 2016
- De acuerdo con el texto firmado por Azam Ahmed y Danny Hakim, la empresa prometió mejorar la imagen del partido y destruir la de su principal competencia, el abanderado de la alianza Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, quien lidera las encuestas, «con técnicas similares a las empleadas en contra de Hillary Clinton en la elección presidencial de 2016».
- «El PRI revisó esa propuesta durante meses, y al final decidió que no necesitaba pagar millones de dólares a alguien externo para una campaña sucia. El partido podía hacer eso por sí solo. Esas tácticas han sido usadas desde hace mucho tiempo para conseguir los votos de personas pobres en México», según observadores.
- Sin embargo, lo que sí hizo el partido, fue pagarle a la empresa «para que no colaborara con ningún otro partido, de acuerdo con dos personas con conocimiento directo de las negociaciones».
- The New York Times destaca el periodo alarmante del mal uso de recursos del gobierno para fines electorales y el desplome en los fondos destinados para observadores electorales, los cuales disminuyeron 81% respecto a la última elección presidencial en 2012, de acuerdo con un estudio reciente del grupo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Finalmente, indica que por todo lo anterior, varios mexicanos destacados —incluidos académicos, activistas y exfuncionarios— han exhortado públicamente al presidente a que deje de intervenir en las elecciones; y lo propio ha hecho la Coparmex./ CON INFORMACIÓN DE HUFFINGTON POST