MILENIO
Mientras estudiantes de la normal de Ayotzinapa apedrearon el palacio de gobierno, maestros disidentes sostuvieron un jaloneo con policías antimotines en las instalaciones del Congreso Local y posteriormente acordonaron la delegación estatal de la Procuraduría General de la República
Las movilizaciones comenzaron desde las 10 horas, donde estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa rodearon las instalaciones del palacio de gobierno y dejaron encerrados a los trabajadores y funcionarios que ahí se encontraban.
La acción de los estudiantes propició que decenas de burócratas saltaran por una barda para salir del inmueble por una calle trasera.
Después de las 11 lanzaron piedras con resorteras para quebrar algunos cristales del edificio Acapulco ubicado sobre la vialidad Río Huacapa.
Casi simultáneamente un contingente de maestros incorporados a la CETEG arribó a las inmediaciones del Congreso local y también acordonó el inmueble, lo que propició un despliegue de personal de la Policía Antimotines hacia la explanada principal para evitare el paso hacia la sala de plenos en donde los diputados sostenían una sesión solemne.
Durante algunos minutos, maestros y policías quedaron frente a frente lanzando consignas y preparándose ante un posible enfrentamiento.
Los profesores desmantelaron una carpa instalada en el extremo de la explanada y con la lona iniciaron el fuego con la intención de replegar a los policías que utilizaron extintores para sofocar las llamas.
Con la estructura de metal de la carpa, los cetegistas arremetieron contra los policías que los aguantaron colocando por delante sus escudos de plástico.
Tras una docena de embestidas, que no pasaron a mayores, los disidentes decidieron retirarse intercambiando algunas pedradas con los uniformados.
Mientras se desarrollaban los jaloneos, por una puerta lateral sobre el bulevar Vicente Guerrero, los diputados abandonaban las instalaciones reguardando la retirada de Guadalupe Gómez, quién este día fue galardonada con la presea Belisario Domínguez.
Después, los manifestantes se retiraron para dirigirse hacia la delegación estatal de PGR, cuyas instalaciones también clausuraron simbólicamente.