En 2014, José vivía en uno de los municipios más violentos del Estado de México: Ecatepec, un lugar en el que aprendió a sobrevivir. Unos cuantos días después de cumplir la mayoría de edad, fue acusado de ser cómplice de robo con violencia. Pasó poco más de dos años en el penal de Barrientos sin que se pudiera demostrar su culpabilidad.
Al salir, y con 20 años, decidió retomar su vida: se inscribió en la universidad y tenía un trabajo que le ayudaba a sobrevivir. Pero en diciembre de 2017 desapareció. Semanas después, su cuerpo fue encontrado en un canal de aguas negras del Estado de México. Para las autoridades este es sólo un homicidio más de un “ex criminal”, asegura su hermana, quien pidió no ser identificada.
- En los últimos 10 años, de 2007 a 2016, fueron asesinados 45 mil 339 jóvenes de 15 a 24 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
- El aumento de estos homicidios es dramático. En 2007, el primer año de la “guerra contra el narcotráfico”, se reportaron mil 732 asesinatos. La tasa nacional era de apenas nueve homicidios por cada 100 mil jóvenes. Las cifras de 2016 fueron casi tres veces más altas: un total de 5 mil 155 crímenes. Y una tasa de 24 homicidios por cada 100 mil jóvenes.
- Colima, Zacatecas, Tamaulipas y Morelos presentan los peores panoramas. En 2007 sus tasas de homicidios juveniles no llegaban a 10. Una década después enfrentan una violencia que ha recaído en la población joven y que los deja con tasas de 95 asesinatos por cada 100 mil jóvenes, como es el caso de Colima.
Especialistas aseguran que uno de los principales factores de este incremento es la capacidad de los criminales para atraerlos a sus filas, pero también a que el gobierno olvidó crear verdaderas políticas de prevención y diagnóstico./ CON INFORMACIÓN DE EL UNIVERSAL