El mundo de las drogas, desafortunadamente, es dinámico y muy productivo. Su organigrama se mueve con una eficacia pasmosa que cubre las “vacantes” inmediatamente para no afectar la funcionalidad.
Alguna vez durante un Congreso sobre drogas en Tijuana, Baja California, un experto de la Universidad de Columbia, EU, nos dijo algo que hemos confirmado al pasar de los años: “El mercado de la droga es de las empresas más productivas. Es una maquinaria perfecta en la que todos tienen una función y un lugar. Las escandalosas ganancias permiten que este motor siempre esté aceitado y afinado, y si falta alguna pieza, al momento es reemplazada”.
Nada más cierto. Capos van y vienen y los cárteles siguen comerciando con estupefacientes. La demanda desde los años ochenta se mantiene en constante aumento, y mientras exista quien consuma, existirá quien venda. Lógica mercantil.
La captura de Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, quien estaba al mando del Cártel de Juárez desde que falleció su hermano Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, viene a comprobar lo que ya se sabe: los cárteles no desaparecen, se descabezan y se modifican, pero no desaparecen.
Hay que entender al Cártel de Juárez como una organización antaña que sobrevive gracias a sus dos sicariatos: La Línea y Barrio Azteca, escisiones que acumularon poder a la par que el cartel perdía posiciones.
Vicente Carrillo estaba al mando de un cártel diezmado, en parte por la desgastante guerra con el Cartel de Sinaloa, pero también por las constantes traiciones de los sicariatos que vendían al mejor postor la plaza, un estratégico paso hacia los Estados Unidos.
Carrillo Fuentes, quien la víspera fue capturado en Torreón, Coahuila, habría sin duda preferido haber sido detenido en Juárez, el lugar donde hizo su nombre y el del cartel de su familia. En los últimos años se vio obligado a estar en constante movimiento, y reportes de inteligencia aseguran que su base itinerante se ubicaba entre Sonora y Coahuila.
Esos reportes también dicen que Carrillo tenía la intención de volver a encender su feudo al reunir presuntamente a varios líderes de los carteles en una ciudad fronteriza a principios de este año, con el fin único de comprometerse colectivamente para luchar contra su enemigo compartido, el Cartel de Sinaloa.
El Cartel de Juárez ha sido ampliamente suplantado por lo que queda de La Línea –eso sí, sin confrontaciones– mientras que Barrio Azteca ha creado su propia marca notoria de violencia criminal.
Pues bien, a pesar de este panorama de decadencia, les aseguramos que el Cártel de Juárez está lejos de desaparecer. El personaje que suena para suplantar a Carrillo Fuentes es el segundo hombre en importancia en la estructura: Juan Pablo Ledezma, alias «El JL”.
Este hombre, que tiene su centro de operaciones en Chihuahua, desde 2009 fue identificado por el Gobierno Federal como el lugarteniente de Vicente Carrillo, al punto que él estaba encargado de garantizar la seguridad y protección del capo.
Ledezma se convirtió en el jefe del grupo de sicarios de La Línea, y es tan peligroso que incluso existe una recompensa de 15 millones de pesos por su captura. Las autoridades saben que este es el escenario más probable para el futuro del cartel, y más temprano que tarde «El JL» tomará posesión. Es el sucesor natural pues.
PARA EL REGISTRO Conforme pasan los días, el virus del Ébola nos deja sentir su avance lento y seguro. ¿Realmente nos han dicho todo sobre esta enfermedad que ya ha cobrado más de cuatro mil víctimas? ¿México está realmente preparado para enfrentar una amenaza sanitaria de este calibre? *** Esta semana confirmaremos qué tan politizado puede estar el movimiento del Instituto Politécnico Nacional. La respuesta de la Secretaría de Gobernación a su contrapropuesta sobre el reglamento interno y el nivel educativo es la prueba de fuego para saber si los alumnos quieren solucionar el conflicto, o solo encabezan en movimiento de palabrería *** Por cierto, ¿continúa en su cargo Ángel Aguirre Rivero? Gracias y buen inicio de semana.
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