A sus 18 años Jazmín J. ya sufre en carne propia la dura realidad del mercado laboral mexicano. Desde hace dos meses compatibiliza las clases del último año de Preparatoria (Bachillerato) con un trabajo a tiempo parcial en una conocida cadena de supermercados por el que recibe apenas mil pesos quincenales por cuatro horas de trabajo diarias. Lo bueno: tiene acceso al seguro social del IMSS y trabajar cerca de su casa, en Ecatepec, una de las zonas más deprimidas del Valle de México, le evita tener que invertir horas en desplazamientos diarios. Lo malo: casi todo lo demás. Sus ingresos apenas le dan para echar una mano a sus padres, que ingresan 12 mil pesos mensuales en total, la familia tiene que aceptar la ayuda de la ONG para cubrir lo más básico en su hogar./EL PAIS