Los escándalos de corrupción giraban en torno al político poderoso. Él parecía ser inmune. Beltrones nunca fue hallado culpable de nada pero, justa o injustamente, se convirtió en uno de los rostros de lo que los mexicanos veían como una cultura de tratos bajo la mesa.
- Ahora, los electores están listos para castigar a su establishment político al elegir como Presidente a un externo con las manos limpias. Uno creería que eso significaría problemas para Beltrones y sus muchos colegas.
Las señales apuntan a lo contrario: El Padrino no se irá a ningún lado bajo un Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Incluso podría prosperar.
- Cuando se les pregunta qué está mal con el país, los mexicanos normalmente ponen la corrupción en primer lugar de su lista. Todos los políticos prometen enfrentarla. Los dos principales contendientes en la elección presidencial del 1 de julio no son la excepción, pero sus estrategias son mucho muy diferentes.
López Obrador enfatiza que, salvo algunos casos especiales o en curso, no procederá en contra de miembros del Gobierno saliente del Presidente Enrique Peña Nieto y su partido, el PRI. Se enfocará en evitar la corrupción en el futuro.
¿Se ha vuelto blando?
Algunos críticos señalan que el puntero izquierdista, conocido como AMLO, se ha vuelto blando contra la corrupción y está pactando con el PRI. Pero el tono conciliador está atrayendo a electores de partidos rivales. Su ventaja en las encuestas sigue creciendo.
- «Conscientemente está haciendo un más espacio grande para recibir a los miembros del PRI que están insatisfechos», dijo Andrew Selee, del Instituto de Políticas Migratorias, en Washington. Eso podría ayudarle a López Obrador, cuya victoria presidencial parece ser cada vez más segura, a ganar también una mayoría en el Congreso, apuntó.
- Es fácil ver cómo Beltrones, o alguien como él, podría serle útil al Gobierno de AMLO. Un allegado lo describe como un pulpo, con tentáculos en todos los partidos. Como líder del PRI en la Cámara de Diputados, jugó un papel clave tendiéndoles la mano a otros partidos para lograr la aprobación de las reformas energética y educativa de Peña Nieto.
Desde entonces, su asistente personal en el Congreso, Canek Vázquez, se ha unido al bloque de Morena de López Obrador, que podría necesitar aliados para promover una agenda económica ambiciosa.
En un distante segundo lugar en las encuestas está una coalición de derecha-izquierda encabezada por Ricardo Anaya, quien ha adoptado una postura mucho más agresiva. Ha prometido investigar a Peña Nieto por corrupción, luchar por fiscales totalmente autónomos y fortalecer las instituciones anticorrupción.
Vehemente, pero vago
A pesar de su discurso firme, los nexos de Anaya con gobiernos anteriores han minado su promesa de un rompimiento con el pasado, mientras que los choques directos con el PRI lo han dejado aislado.
- La más reciente guía de sondeos de Bloomberg coloca a Anaya 26 puntos porcentuales por abajo de López Obrador, y apenas ligeramente arriba del candidato del PRI, José Antonio Meade.
- Cuando se trata de la corrupción, López Obrador es vehemente, pero vago. Promete centralizar todas las adquisiciones del Gobierno federal, y generalmente, predicar con el ejemplo.
- En ese caso, se preguntan algunos mexicanos, ¿por qué están los allegados de AMLO defendiendo a figuras incondicionales del partido en el poder, como Beltrones, aún cuando han estado inmersos en escándalos?
Ricardo Monreal, uno de los coordinadores de campaña de López Obrador, ha elogiado a Beltrones como un político honorable. Recientemente, Yeidckol Polevnsky, la líder del movimiento Morena defendió a un funcionario quien está en juicio por presuntamente desviar recursos públicos al PRI. Surgieron rumores de un pacto entre los partidos. Polevnsky se disculpó rápidamente y dijo que sus declaraciones fueron sacadas de contexto./ CON INFORMACIÓN DE REFORMA