Cerca de mil 800 familias migrantes han sido separadas en la frontera entre México y Estados Unidos de octubre de 2016 a febrero pasado, según un alto funcionario del gobierno, porque el presidente Donald Trump implementó políticas más estrictas en la línea divisoria. El gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, denunció que decenas de mujeres migrantes que cruzaron la frontera suroeste solicitando asilo han sido trasladadas a una prisión federal de Seattle y separándolas de sus hijos, “acorde con la nueva y escandalosa política de la administración Trump”. El funcionario, quien aceptó hablar bajo la condición del anonimato, dijo que no podía proporcionar estadísticas actualizadas, pero admitió que el número de separaciones aumentó dramáticamente en semanas recientes, debido a las políticas gubernamentales./ LA JORNADA