Los grupos del crimen organizado ponen por delante a niños, mujeres y abuelas para sabotear el ferrocarril y robar la mercancía de los vagones. Reportes oficiales señalan que decenas de personas en tramos de Veracruz y Puebla participan en dichos ilícitos. Los pobladores colocan y cuidan los obstáculos en las vías, como piedras y barricadas; asimismo, llevan vehículos a pie de vía para llevarse los productos y son parte de los saqueos. La participación de los pobladores y el flujo de la mercancía robada son vigilados y controlados por bandas criminales. “Los líderes traen armas largas y demás, pero éstos avientan a la población para robar los trenes a cambio de un pago”, señaló una fuente familiarizada con las investigaciones./EXCÉLSIOR