Hay una diferencia notable cuando Claudia Sheinbaum se ve acompañada por Andrés Manuel López Obrador en sus mítines: al menos 30 por ciento más de asistentes. También es evidente que en el ambiente impera la algarabía cuando el líder mesiánico entra en escena. Crónica ha seguido los actos proselitistas de la candidata a la Jefatura de Gobierno por la alianza Juntos Haremos Historia, en los que ha estado rodeada de figuras como Martí Batres, Mario Delgado, así como de aspirantes a puestos de elección popular y en todos los eventos sólo hay una constante: Sheinbaum es una con AMLO y otra sin él. Tomada de la mano de su mentor —cuando recorren cada rincón de los templetes o avanzan entre los tumultos de simpatizantes— ella se limita a sonreír y a alzar la mano, la que le queda libre, para saludar a sus seguidores./LA CRÓNICA