Cada ciudadano vio y escuchó el debate que quiso, de ahí se agarran todos los Presidenciales como alzarse vencedores, por lo que tendremos que esperar los resultados de la verdadera encuesta, la del día de las elecciones; ya que también en los sondeos de opinión cada cual tiene el suyo, tal y como lo reconociera la extinta María de las Heras, en un seminario de Marketing Político en el Tec de Monterrey: “la encuesta es de quién la paga y todo radica en cómo se planteé la pregunta”.
Un dato interesante es la audiencia histórica, que rondó en 23 millones de televidentes, lo que debiera llevar a Candidatos y sus Partidos, también los Independientes, repensar si la guerra sucia y sin propuestas realistas es la mejor arma para invitar a que participe el ciudadano. Y un cuestionamiento mucho más importante es qué México administrará el que resulte vencedor, porque como están las cosas lo más seguro es que el vencedor se saque “la rifa del tigre”.
Veamos… en materia económica, con Peña sólo 68 mil 249 personas dejaron de vivir en pobreza entre 2012 a 2017, al obtener ingresos menores a 10 mil pesos mensuales; un promedio de 17 mil 062 personas por año, mientras el 43.6% de 120 millones de mexicanos sigue viviendo en pobreza, sobre todo en la zona sur y sureste del país, la región ancestralmente marginada. Mientras que en 2017, el norte registró un crecimiento de 6% y el centro 4%.
Todo ello a pesar de que este año México se cumplen 3 décadas en las que por más dinero que el Gobierno Federal (léase De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña), regalaron millonadas en “programas asistenciales”, estos recursos son hasta nuestros días el pretexto idóneo para jinetearse y robar al erario público, como “la Estafa Maestra”, donde nuevamente la administración pública, uso 128 empresas fantasma, para desviar miles de millones de pesos.
En la investigación se detectaron contratos ilegales por 7 mil 670 millones de pesos y de este dinero no se sabe dónde quedaron 3 mil 433 millones, sólo entre 2013 y 2014. Son tres las principales dependencias responsables, según el entonces auditor superior de la federación, Juan Manuel Portal, la Sedesol, con Rosario Robles como titular; el Banco Nacional de Obras, con Alfredo del Mazo, hoy gobernador del EdoMex; y PeMex, en la gestión de Emilio Lozoya.
El resultado es simple: cero responsables. Pero aún hay más, dijera el clásico, el próximo President@ afrontará la más alta tasa de criminalidad en México, cuya estrategia para combatirla ha dejado más muertos en la República y desolación en cientos de Regiones, que países en guerra. Las llamadas “víctimas colaterales” suman cientos de miles, reconoce el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Entre los años 2014 y 2017, el recuento de homicidios dolosos alcanza la cifra de 88 mil 173 casos, a ellos deben agregarse los 21 mil 459 casos del 2012, y los 18 mil 106 casos del 2013. Es decir, en la presente administración de Peña ha habido 127 mil 738 homicidios dolosos, lo que implica una cifra record de 58 casos por día, que se concentran en 19 entidades, según el Semáforo Delictivo, donde Nayarit es el estado con mayor incremento porcentual, 386%.
Le siguen Quintana Roo con 134% de aumento, Guanajuato con 114%; Aguascalientes con 91%; y Tamaulipas con 76%, por ello ocurrencias como “cortar la mano a quién robe” del candidato presidencial independiente Jaime Rodríguez Calderón “el Bronco”, llegan a ser tomadas como serias por una parte de la población, pero en nada abonan a resolver el problema de inseguridad, que va amarrado con miseria, corrupción e impunidad.
Pero gane quien gane, el próximo president@ de México tendrá que gobernar para todos, tanto para sus aliados como para sus rivales; sin embargo al día de hoy, lo único que no se ha visto por parte de los aspirantes es la intención de buscar acuerdos políticos, cerrar filas con la sociedad ni construir soluciones de largo plazo que lleven a México a buen puerto, pues primero está ganar a como dé lugar, aun cuando en ello se ponga en riesgo la estabilidad social.
Así, hoy vivimos una lacerante descomposición, todos contra todos; nadie escucha y todos creen tener la razón, pero qué de México después del 1 de julio. Criminalidad que si está organizada para “pozolear y/o descuartizar”, líderes políticos y sus representantes en el Congreso que pactarán más impunidad, empresarios extranjeros voraces que exigirán más y mejores concesiones, líderes sindicales que regresan y otros se van, pero todos forrados en dinero.
Pero ¿qué del Pueblo empobrecido, la Viuda que demanda justicia, el Trabajador miserable, el Campesino que pide vivir con dignidad y el Joven que seguirá carcomido por el odio y la desesperación, ya que el Estado todo le ha negado a él y los suyos?. Por ello, hoy exigimos acciones eficaces y planes de Gobierno viables, basta de jugar con la buena fe de los mexicanos, si no quieren que vayamos a una guerra civil, aún es tiempo… ¿quién dice Yo?
Twitter: @Armando_Alcocer