La tan esperada operación del nuevo servicio de transporte público concesionado del Auditorio Nacional a Santa Fe, luego de que con el Metrobús de doble piso se recortó la ruta a Campo Marte, no alivió el caos que todas las mañanas y las tardes enfrentan los usuarios que se dirigen a esa zona del poniente citadino. El primer impacto que sufrió el público es que no sabe, porque nadie se lo indica, dónde están las paradas; el segundo, que contrario a lo que anunciaron las autoridades, los nuevos autobuses no cobran seis pesos con 50 centavos, sino siete pesos, porque usan gas natural, adujo el conductor de la unidad 23. Aunque entraron en operación 30 autobuses la gente tuvo que hacer largas filas para abordarlos, las unidades de apoyo del Sistema M1 a Santa Fe fueron insuficientes y los usuarios se quejaron de que nunca nadie les avisa de los cambios y de que no se les informa con claridad de las tarifas./LA JORNADA
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