Bajo el control de los gobiernos emanados del PRD en las pasadas dos décadas, la delegación Iztapalapa pasó del reparto de despensas entre la “clientela electoral” a cotizar los apoyos o dádivas en un número determinado de credenciales de elector presentadas. De acuerdo con testimonios de los habitantes, la política social se ha distorsionado de tal manera que hoy día en dicha demarcación, gobernada por la perredista Dione Anguiano, un tinaco de agua se cotiza en 10 credenciales de elector, una bomba de agua en 20 y un calentador solar en 50, por citar sólo algunos ejemplos./LA JORNADA