El torpe intento de reforma y el reglamento que se pretendió imponer en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) viola el artículo tercero de la Constitución, al que ahora se ha dado marcha atrás; ese reglamento no tenía como fin elevar el nivel educativo, sino volverlo clasista y excluyente.
Así lo señalaron entre otros el diputado Alejandro Ojeda de la Asamblea Legislativa al pedir también respeto a las movilizaciones estudiantiles emprendidas por alumnos del IPN y, sobre todo, garantizar su acceso a la educación, así como respetar sus derechos a la libre expresión y manifestación.
Se trata de reclamos legítimos ante las negativas y respuestas inadecuadas de las autoridades del IPN de respetar los derechos humanos, en lo concerniente al acceso a la educación.
Se abundó también que no es con respuestas al vapor o inadecuadas en donde un político define la vida académica, al solo dejar ver el endurecer el sistema educativo con reglas académicas bastante severas, que no mejoran el nivel de la educación, sino que a la larga, se convierten en meros pretextos para restringir el acceso a la educación superior.
En esa orientación se convocó a establecer una mesa seria de negociaciones, en contraste a ofrecer arreglar un importante problema nacional en treinta minutos o en quince, como ya lo hizo un célebre presidente, para encontrar una pronta solución a las demandas de la comunidad politécnica, donde las autoridades del IPN son las principales obligadas a observar que no se vulneren los derechos de los alumnos.
El Artículo tercero Constitucional señala que la educación media debe ser garantizada. Un transitorio en este apartado dicta que en el 2022
se debe dar cobertura total y dicho reglamento va contra del espíritu del mencionado precepto constitucional ya que imposibilita su cumplimiento. El Secretario de Educación Pública, Emilio Chuauyffet, votó a favor de esa reforma cuando era diputado.
El diputado de la Asamblea Legislativa se sumo al “llamado a las autoridades del IPN para mejorar las condiciones académicas de los alumnos, pero no mediante reglamentos, sino con mejores instalaciones y mayores espacios a fin de que no existan cada año rechazados.”
A la agenda que se pone hoy en la mesa supera el asunto del reglamento y coloca temas como el de la autonomía, la problemática académica, de los trabajadores y de los alumnos en todo el proceso de formación profesional incluido el laboral para servir a la patria. En unas horas más se conocerá la respuesta de la comunidad politécnica y el horizonte que ven.