La dureza de Claudia Sheinbaum contra Miguel Ángel Mancera y su gestión como jefe de Gobierno en los primeros días de su campaña ha sido clara y notoria. Primero fue el tema de las fotomultas, que ofreció cancelar por su carácter “recaudatorio”; luego dijo que bajará el costo del predial y para rematar habló de revisar y hasta volver a bajar el boleto del Metro, una de las decisiones más polémicas y de las que Mancera dice que no se arrepiente. No sorprende que una candidata de oposición utilice la figura del gobernante saliente y sus medidas más impopulares para posicionarse y contrastar su propuesta de gobierno, eso es normal y entendible. Pero llama la atención que al endurecer el tono contra el gobierno de Mancera, la abanderada morenista hable de “combatir la corrupción” en áreas específicas de la administración capitalina cuyos titulares, curiosamente, fueron hombres del círculo más cercano del jefe de Gobierno con licencia….Ese alguien, que preocupa y hasta causa pánico entre los cercanos a Mancera, se llama Marcelo Ebrard Casaubon./OPINIÓN SALVADOR GARCIA SOTO EN EL UNIVERSAL