José Antonio Meade Kuribreña, el primer candidato no militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), está convencido de que 90 días de campaña serán suficientes para remontar a Andrés Manuel López Obrador, quien aparece como puntero en las encuestas, y ganar la Presidencia. Estoy absolutamente seguro de que voy a ganar, subraya.
- –¿Así, sin dudarlo? –se le pregunta, durante una amplia entrevista con La Jornada.
–Así de seguro. Si no, no le hubiera entrado –responde.
Para Meade, abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México y economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, ex canciller, ex secretario de Hacienda y de Desarrollo Social, su eventual triunfo no se sustentará en trampas, sino en propuestas.
- –El discurso apunta a no voy a hacer fraude –se le comenta.
–¡Claro que no voy a hacer fraude! Por supuesto que no. En la conversación, realizada en sus oficinas de campaña, Meade considera que la postura de López Obrador de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM) es absurda y refleja autoritarismo.
Además, defiende que no hay riesgo en las inversiones con el ahorro para el retiro de los trabajadores ni para los tenedores de bonos, porque las operaciones se hicieron, dice, sobre la base de que no hay posibilidad de vulnerar los contratos de la obra. Llevar el aeropuerto a Santa Lucía, resume, es una de las ideas de su opositor que le provocan pesadillas.
- –¿Le alcanzarán 90 días de campaña para ganar?
–Sí, sin duda. La coalición (Todos por México, integrada por PRI, PVEM y Nueva Alianza) está bien estructurada y bien pensada, tenemos buenos candidatos, buenos perfiles, buenas propuestas. “Y algo con lo que no contamos hasta ahora: utilizar la radio y la televisión para decir ‘aquí estamos’, ‘esto es lo que hemos hecho’, ‘esta es nuestra trayectoria’, ‘esto es lo que proponemos’, y que el ciudadano contraste.
“El modelo de comunicación política (electoral) previó cuatro etapas. Y en una de éstas hubo abusos, inequidades. La interpretación de Andrés Manuel y Ricardo Anaya del uso de espacios para promover valores democráticos les permitió usarlos para su imagen, lo que generó una inequidad importante.
- “El uso de medios masivos para llamar al voto apenas empezó (el viernes) y ahora sí, en condiciones de equidad, presentarnos al electorado, contrastar ideas, hacer propuestas y contrastar perfiles.
- Y lo haremos como la alternativa que más ha crecido, la única que empezó desde cero. Dice que sí es posible remontar y ganar, pero ¿cómo convencer a los electores que así fue realmente? Para que no se suelte el tigre.
–Les doy tres ejemplos: en la elección de 2000 el que tenía la delantera el 30 de marzo, perdió; en la de 2006, el que llevaba la delantera el 30 de marzo, perdió, por cierto, ya saben quién, al que le va a volver a pasar ya saben qué, y en 2012, el que llevaba la delantera perdió 20 puntos.
“Esto es, la fotografía que vemos en marzo no es la misma que veremos en junio. En general, en las tres elecciones recientes hemos visto que el primer trimestre no presagia un buen segundo. Prefiero un buen segundo trimestre, que me llevará a ganar la elección.
El Plan
- –¿Por qué le dan pesadillas las propuestas de López Obrador?
–He propuesto una estrategia de prevención transversal, no dejar que llegue el dinero y las armas a la delincuencia organizada; mejorar las capacidades de la policía y el marco de coordinación.
- “Andrés Manuel lo que propone es una política de seguridad que descansa en una amnistía, sacar a los criminales de la cárcel y permitirles que regresen a las comunidades que vulneraron. Eso a mí me preocupa.
- “En la reforma educativa nuestra apuesta es por los niños. Andrés Manuel quiere un convenio con la Coordinadora (Nacional de Trabajadores de la Educación) que vuelve a mantener a nuestros hijos rehenes de intereses político-electorales o sindicales.
- “En un país enojado por la corrupción he propuesto eliminar el fuero, pero lo que escuchamos de Andrés Manuel es que, a su juicio, el combate a la corrupción es una moda. ¿Y de quién se ha rodeado? De Napoleón (Gómez Urrutia), de Nestora (Salgado). Perfiles francamente preocupantes.
- “Un ejemplo concreto y claro: el NAICM. Escuchamos que, violentando el estado de derecho, los contratos, lo que plantea es cancelarlo y llevárselo a la base aérea de Santa Lucía, que no es viable. No hay una sola propuesta que tenga sentido.
- “Es una personalidad autoritaria, que no acepta crítica ni divisiones, que no respeta la división de poderes, no le interesa dialogar con el Congreso, que le parece que la Suprema Corte de Justicia está maiceada y ha planteado desaparecerla.
A mí todos esos elementos sí me generan una gran preocupación, asegura.
- –¿No le parece que debe abrirse una mesa de diálogo para el aeropuerto?
–No, me parece que no.
- –¿Por qué, si hay opiniones técnicas encontradas?
–No, no las hay. “A ver, la obra se analiza desde hace dos décadas. Claramente son incompatibles la terminal actual y Santa Lucía. El aeropuerto tiene dos pistas, pero por la cercanía entre ambas, es prácticamente una y media. En eso no hay litis, los técnicos tienen un consenso.
“Cancelar la obra es un planteamiento absolutamente absurdo, que llevaría al país a un retraso total, porque pone de relieve esta visión autoritaria de ‘porque lo digo yo, no me importan los expertos, los contratos, la competitividad de la ciudad, lo que se ha invertido; porque yo lo digo, lo detengo’. Ese no es el modelo que queremos para el país.”
–¿Por qué se financia el nuevo aeropuerto con las Afore?
–Están invirtiendo en un proyecto que tiene una rentabilidad.
- –¿Y el posible riesgo para los trabajadores?
–De nuevo, no hay riesgo. Si somos un país con estado de derecho, lo que están haciendo las Afore es invertir en un proyecto técnicamente avalado, bien ejecutado, que tiene una rentabilidad en favor de los trabajadores. “Y, ciertamente, nadie prevé que en México haya una regresión autoritaria y que, por voluntad del Ejecutivo, se violenten los contratos.
Luego entonces, la inversión de Afore, tenedores de bonos, inversionistas institucionales, es sobre la base de un país con trayectoria de cumplimiento de contratos de décadas, en donde no hay absolutamente ninguna posibilidad de que los contratos se vulneren en perjuicio de persona alguna.
- –¿Lo que nos quiere decir es que, si gana López Obrador y se cierra la obra, sí existe riesgo para el ahorro de los trabajadores? ¿De lo contrario no?
–A ver, yo creo que no va a ganar Andrés Manuel, pero si uno es respetuoso del estado de derecho y cree en las instituciones, debería tener la certeza, y México debería de darla, porque no hay un acto de autoridad que pueda constitucionalmente poner en peligro y violar contratos que se dieron en el marco de la ley. La duda también es porque en muchos proyectos unas cuantas empresas son las privilegiadas. Ahí está el rescate a ICA con los ahorros del Pensionissste./LA JORNADA
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