Un mes atrás platicábamos en este espacio sobre la creciente inseguridad en las carreteras nacionales, sobre todo para el transporte de carga, y la pérdida que esto conlleva para las empresas en el país.
Pero hoy, con datos recientes, podemos afirmar que la criminalidad ha pegado tanto al sector empresarial, que pudiera estar en grave riesgo la economía nacional.
A finales de enero pasado, el director del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Eduardo Sojo Garza-Aldape, aseguró que un 37 por ciento de las empresas en México han sido víctimas de algún delito.
Citando cifras de la Encuesta de Victimización de Empresas que se levanta cada dos años, detalló en aquella ocasión que las empresas pequeñas son las que más sufren el delito de extorsión, mientras que otros delitos aquejan a los sectores manufacturero, servicios o comercio.
El robo a transporte, dijo, es el segundo más importante, pero se dá sobre todo en las grandes empresas. Hoy por hoy, el robo a transporte en carretera se escucha mucho, pero cuando se revisan los datos a profundidad es el segundo más importante.
Pues bien, han pasado ochos meses de estas declaraciones, y aunque el Gobierno Federal asegura que se ha avanzando para mejorar la seguridad en las carreteras y en el sector empresarial, las cifras recientes en este sector nos indican los contrario.
La víspera, la prestigiada firma estadounidense FTI Consulting dio a conocer que en los pasados dos años una tercera parte de las empresas en México sufrió algún delito relacionado con el clima de inseguridad pública que afecta al país.
En su Estudio Nacional sobre Factores de Impacto en el Desempeño de las empresas, la división mexicana de la consultoría elaboró un Índice Nacional de Seguridad Pública con enfoque empresarial, para el que encuestó durante junio y julio a gerentes y dueños de 514 negocios en México.
Entre esos 514 empresarios que decidieron participar en la encuesta, 165 son de los estados del norte y 85 de Nuevo León. La consultora les cuestionó acerca de si su empresa ha sido víctima de algún delito, como extorsión o asalto en los últimos 24 meses y un 29% de los encuestados contestó que sí.
Podemos concluir entonces que una tercera parte de las empresas del país ha sido víctima de la inseguridad y que un 39% refirió que el clima de inseguridad ha afectado de alguna manera las actividades de su empresa.
Es más, tan grave es la situación, que un 22% de ellos reconoció incluso haber considerado reducir sus operaciones o definitivamente cerrar el negocio en tierras aztecas.
A lo largo de la frontera norte, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Baja California, un 25% afirmó haber sido víctima de un delito, cifra menor a la media nacional, y un 19% recibió la visita física de integrantes del crimen organizado, resultado mayor al 12% reportado a nivel nacional y al 6% de las empresas en la zona metropolitana de la Ciudad de México.
En el área metropolitana de Monterrey, además, un 5% de las empresas afirmó haber pagado una extorsión, mientras que a nivel nacional esto fue reportado sólo por el 2% de los encuestados.
Según el análisis de la consultora, estas cifras obedecen a que en la zona norte el crimen organizado se “sofisticó” antes que en otras regiones del país, trasladándose de sus actividades tradicionales de narcotráfico a acciones más violentas y de afectación directa a la ciudadanía.
La capacidad que tiene el crimen organizado de articularse y hacer este acercamiento a las empresas de una manera más agresiva tiene que ver –desgraciadamente– con una estructura más madura, competente y capaz del crimen organizado.
No es la primera vez que desde el exterior llegan las alertas de que la situación de seguridad no va bien en México. Entiendan, si el crimen organizado afecta a las empresas, nos afecta a todos. Gracias y buen fin de semana.
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