AGENCIAS
México liberó el martes a 14 emigrantes de Cuba que habían sido rescatados este mes frente a las costas de Yucatán, y algunos de ellos se dirigieron a Estados Unidos en autobús buscando sacar provecho de una política que les permite quedarse en ese país.
Los cubanos partieron a principios de agosto desde Manzanillo -al este de Cuba- en un bote casero al que se le dañó el motor. Cuando fueron encontrados después de tres semanas a la deriva estaban quemados por el sol, deshidratados y hambrientos.
De las 32 personas que partieron en la embarcación, 15 murieron en el mar. Los sobrevivientes que subsitieron bebiendo agua de lluvia tuvieron que tirar los cadáveres de sus compañeros de viaje por la borda, según sus familiares. Dos de ellos fallecieron más tarde en un hospital en México.
Un funcionario de inmigración de México dijo el lunes que el Gobierno cubano, que no ha hecho comentarios sobre el caso, no había reconocido a los supervivientes como sus ciudadanos.
El funcionario dijo que se les otorgó un documento con vigencia de un mes para permanecer en el país. Con ello podrían legalizar su residencia en México.
Los cubanos fueron liberados el martes de un centro de inmigración en Chetumal, en la península de Yucatán al sureste del país, y el grupo se habría dividido en dos.
Algunos que se dirigían a la ciudad suroriental de Villahermosa, en el estado de Tabasco, dijeron que estaban en camino a la frontera con Estados Unidos, mientras que el resto se dirigió a Mérida, capital de Yucatán.
«Tengo 30 días para o abandonar el país o legalizar», dijo Luis Suárez Calzada, uno de los sobrevivientes cuando dejaba el centro de inmigración de Chetumal, después de contar a Reuters TV que no comieron por 25 días mientras estaban al garete.
José Caballero, esposo de una de las mujeres rescatadas, confirmó que su cónyuge, Maylin Pérez, había sido puesta en libertad.
«Mi esposa acaba de llamar. Nos habló muy brevemente», dijo. Explicó que ella estaba usando un teléfono celular prestado y le pidió que le enviara dinero para pagar el billete de autobús a la frontera con Estados Unidos.
«Estoy corriendo ahora para enviar el dinero», agregó.
Caballero también salió de Cuba en una balsa en diciembre y ahora es un empleado de mantenimiento en una empresa de camiones en Austin, en el estado de Texas.
El programa «pies secos, pies mojados» permite que los migrantes cubanos que llegan a suelo estadounidense se queden. Los que son interceptados en el mar son devueltos a Cuba.
Cada año, miles de cubanos buscan llegar a Estados Unidos en precarias embarcaciones desafiando aguas repletas de tiburones en el Caribe. A veces desembarcan en Centroamérica para alcanzar la frontera estadounidense por tierra cruzando México, y otras son desviados por corrientes hacia aguas mexicanas.
Las autoridades estadounidenses dijeron que 16,200 cubanos llegaron sin visa a la frontera con México en los últimos 11 meses, la mayor cifra en una década.
(Reporte de David Adams en Miami y Lizbeth Díaz en Ciudad de México; Editado en español por Javier López de Lérida)
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